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-95- ciernn sufici entes par a un T empl o destinado al culto ele la V irgen de Las :Mercedes, Pat rona ele ia ciudad y Abogada ele los terremotos: y por tSO en los treinta y tres a11os que llevan al fren– te ele es te Santuario. han logrado transformarlo por compl eto, gracias a la generosidad y noble clesp r enclimi ento de los piadosos caraqueños, que tá nt o han amado si empre a Nuestra Señora de Las :Mercedes y a los hij os ele San Franci sco. Cuando nos entregaron esta Iglesia en 1892, es taba a cargo ele un Capellán, que entonces lo era el Pbro. Dr. Santiago D elgado . enfermo a la sazón. Se cnnserYaba en buen estado: el piso e; pavimen to era ele cemento romano ya r esque– brajado: las paredes estaban pintadas a l temple y las columnas al óleo , color sangre ele toro muy subido : tenía clecnraclos los dos primeros altares cola terales . tal vez por Julio Michel ena, que en 1f;8--1- pintó dos cuadros al óleo para el T emplo de Las :Mercedes, como dejamos apuntado en ntn, lugar. L a se11ora Ignacia ele Ramella, piadosa cla– ma española que tuvo mucha amistad con los Capuchinos que vinieron a Venezuela en 1842, contaba c1ue la sacristía y habitaciones que hay a l costado oriental de la Iglesia ele Las :V[erce– des, hab ían siclo construíclas por el · R. P . Fr. Val entín ele San Juan ele las Abadesas . Capu-