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-88- mero ele personas que puedan recluírse en el re– ferido Hospital. "Dios y Federación. :'...NFlLOQl.:10 LEVEL". Después ele \·arios meses ele terr ible angus– tia v consternación, los habitantes ele Caracas vier-on al fin con inmenszi alegría y satisfacción, desapa r ecer paulatinamente la epidemia ele la viruela ( 1 ) . El día 30 c!e octubre ele 1898. de– clarada ya oficialmente la desaparición ele la peste. los caraqueños cele])r,non una solemne fonc;ón ele acción ele gracias en nuestra Igles ia ele Las Me rcedes, a la cual acudi ó numerosa concurrencia ele fieles "entre los que se Yeían el per sonal médico del Degreclo y los enfermns ya curados que en la mañana habían recibido la Santa Comuni ón . Celeb ró la misa el R. P. Fray lVIelchor ele Escoriaza. Capellán del De– greclo" ( "), quien también predicó por la tarde un elocuente sermón alusivo al acto. Con fecha 2 ele noviembre del referido afio, el doctor L ui s Vegas, médico del Degreclo ele ( 1 ) A últimos ele agosto del 98 el P. r-folchor ele Escoriaza comunicaba al periódico La Rcliyió11 que la viruela podía consi– derarse ya de paso, pues las entradas de enfermos habían dis– minuído notablemente en los últimos días, y además se enraban rápidamente los variolosos. - (La Rcligió11, 2-+ ele ag·osto de 1898). (") La N.cliyió11. 2 de noY. de 1898. - Véase lo que hemos: dicho al hablar de la antigua imagen de La Merced y su intcr– Ycnción en el término de la epidemia Yariolosa, cap. n-, p::irr. I.