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PRESENTANDO A SA0-1.1 * Nuestro Sao-Lín escenificc1 el emocionante relato apare– cido en diversas revistas misionales con el título de El Te.rsicio de Tschuen, (Anales de la O. P. de la Sm1ta Infancia, rnrJrzo 1943, Vitoria; El Siglo de las Misiones, marzo 1940, etc.\. A él, pues, ha– brá que atenerse en cuanto a lc1 veracidad e historicidad se refiere. * El hecho de seguir lo mé1s fleimenle posible, en lo sustan· cial, el relato de El Tarsício de Tsclrnen, servirá de explicación al comprensivo público, de cieri·as, cil p:irecer, extrañas coinci– dencias: encuentro de Sao-Un con su hermano, muerte de los bandoleros, etc. * Aun así, se ha deic1do volar un tanto la imaginación en otras ocasiones: primer acto, desenlace, etc. * Nos aportamos algo del episodio en la escena XIII del cuadro 1. 0 acto 2. 0 . En nuestro Sao-Lín, su hermono moribundo no «comulga»; se contento, arrepentido, reverente, con estrechar el Copón entre sus brazos. que para una representa– ción escénica queda mejor así... * En la partiturct musical se ha pretendido preferentemente lo práctico (melodía, te,lltura, sin descuidar la técnica. Las partes a tres o cuatro voces, esktn compuestas de tal forma, que bien puede prescindirse ---no disponiendo de sufi– ciente número de cantores - ele unct o dos voces. Todo a juicio del director de escenc:. * Sao-Lín se presenta al amante de las misiones (Seminarios, Colegios, Catequesis, Cen7ros Católicos...) con la ilusión de levontar en su corazón una emoción eucarística y un amor grande a todo lo «misional». Que la Virgen, Pastora buena ele ICJs almas, bendiga a Sao-Lin y a su público. EL AUTOR. Aisasua-Diciembre 1950.