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CAP. \".--EL GENERALATO DE SAN BUENAVENTURA... 75 GOBIERNO INTERNO DE LA ORDEN. Tal fué la labor de San Buenaventura como apologista de la Orden. Pero no bastaba rebatir a los adversarios externos del propio ideal; era preciso además hacer callar a un segundo grupo de adversarios que veían en la vida real de los frailes una fla– grante contradicción con aquel ideal. Eran éstos: el clero secu– lar y los dominicos por un lado, y por otro los espirituales, que hacían coro con los enemigos de fuera en este punto. San Buena– ventura considerará misión suya armonizar b Regla con la evolu– ción de la Orden, haciendo ver que ésta no se ha apartado de las intenciones de San Francisco. Pero, para no dar pie a que esas acusaciones tengan un fundamento real, trabajará por otra parte por mantener la observancia y la fidelidad estricta a la vocación de la Orden. He aquí, en resumen, la actitud adoptada por el santo general en los diferentes aspectos del arduo problema doméstico: l. 0 Interpretación ele la Regla.-En sus opúsculos representa el sentir de la ((comunidacb; para él la mejor interpretación son las declaraciones pontificias, criterio opuesto al de Juan de Parma. 2. º Los estudios y la ciencia.-Es un elemento esencial de la actividad franciscana. San Francisco no pudo menos de querer los estudios en la Orden, ya que quiso la predicación, y ésta no es posible sin la ciencia. 3.º Represión del joaquinismo.-En este punto fué implaca– ble en extremo, llegando a formar proceso al mismo Juan de Parma, que salió absuelto. 4,. 0 El apostolaclo.-Lo considera esencial a la Orden; es la razón principal de que los conventos se trasladen a las ciudades. Sentada la legitimidad de la cura de almas, adopta con el clero secular, en la práctica, la táctica de conciliación, fomentando– el sistema de concordatos con los obispos y los párrocos. 5.º Los privilegíos.-Los juzga necesarios para la eficacia ,del apostolado; pero los quiere sólo generales para toda lá Or-