BCCCAP000000000000000000000208

,1,22 i\H:\'L\L DE IIISTOIUA FHA."/CISCA;\i,\ Lo mismo c¡ue en teología. huho ttimhi{,n en íilosoíía un es– fuerzo por crear el sistema honaventuriano. El primero que lo 111- tentó fué Marco Antonio de Carpenedolo ( t 166S 1, tratando de conciliar al doctor seráfico con el angélico en las tres partes de la Summa totius Philosophiae aristotelicae ad mentnn S. Bonaven– turae. Marcos de Bauduen probó el acuerdo entre Santo Tomás, San Buenaventura y Scoto. Aquí también el mejor honaventuria– no fué Bartolomé Barbieri de Castelvetro con su Cursus philoso– phicus ad mentem S. Bonat'enturae. Fiel intérprete del doctor se– ráfico es asimismo el catalán Jacinto de Olp ( t 16%) en los tres volúmenes de su curso de filosofía. Por el contrario los sicilianos, con Jesualdo de Palermo 1. t 1653) e Iluminado de Collesano (t 1683) a la cabeza, se declararon por la escuela escotista. En filo– sofía tuvo Raimundo Lulio mayor número de seguidores y comen– tadores que en teología; el ya mencionado Luis de Flandes expuso en cinco volúmenes el sistema del doctor iluminado; en Sicilia explicó el Arte de Lulio Víctor de Palermo ( t 1635); lulistas fue– ron también el ingenioso y original Esprit de Ivoy, Ivón de Pa– rís (t 1678) y Juvenal de Nonsberg (t 1714,). Filósofo independien– te de primer orden se manifiesta el genial Valeriano Magni de Milán ( t 1661); enemigo acérrimo del aristotelismo, respira en la atmósfera de la tradición agustiniana, pero desenvuelve ideas to– talmente originales. No faltaron en el siglo XVIII quienes acome– tieron la tarea de entablar contacto con las nuevas corrientes filo– sóficas, como lo hizo, no siempre felizmente, Casimiro de Tou– louse i t 1674,) en los seis tomos de su obra filosófica, cinco de los cuales fueron a parar al Indice. Abiertamente antiaristotélico y antiescolástico se declaró Francisco de Villalpando ( t 1797), cuyo texto fué adoptado aun en las facultades universitarias españolas; en cambio fueron conciliadores Bernardo de Bolonia y Mauricio de Beromünster (-1· 1810). En la época moderna son dignos de mención los franceses Próspero de Martigné ( t 1901 ), Jorge de Villefranche ( T 1918) y el español ;\ligue! de Esplugas ( t 1934,1, fundador y director de la revista filosófica Criterion, de Barcelona. El cultivo de las ciencias no podía menos de ocupar un puesto muy marginal en las actividades de los capuchinos. Sin embargo

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz