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366 i\IA"íL.l.L DE HISTORIA FRA"iCISCANA ----------------- -~--~- hían publicado materia de meditación para los ejercicios Angélico de Lisle ( T 1650) y José de Dreux ( ·j· 16';" l); este último. y después de él el P. Francisco de !\fontereale. ensayaron un plan de ejer– cicios de inspiración franciscana. Pero el libro de mayor acepta– ción en la Orden para los ejercicios de diez días ha sido El cap11- clzino retirado del P. Cayetano María de Bérgamo. publicado por primera vez en 1719 y traducido luego a todas las lenguas eu– ropeas; aunque en el modo de distribuir la materia sigue al P. Mi– guel Angel de Ragusa y recuerda el método ignaciano, difiere grandemente de éste en el desarrollo de las meditaciones y en la manera de enfocar el fruto propio de cada semana y de cada día. El mismo autor de El capuchino retirado y otros muchos bue– nos directores de ejercicios ,:e dedicaron a extender este excep– cional medio de ordenación evangélica entre el clero así secular como . entre las religiosas y entre el pueblo. Quedan huen número de obrns cumpuestas con este fin. Para los eclesiásticos y religiosos los ejercicios duraban diez días, los de los fieles solían ser de cuatro a seis días. Fué sohre todo notable la campaña de po1iulares realizada por los capuchinos :franceses en la segunda mitad del siglu XVII. campaña impulsada por el P. Hono– rato de Cannes: eran ejercicios semicerrados, con meditaciones. pláticas y exámenes mañana y tarde; se daban por separado a las diferentes categorías de personas. También conocieron los capu– chinos el apostolado de los ejercicios cerrados; duraban cinco días y parei:e que sólo eran admitidos los hombres; a este fin se habilitaban casas espaciosas en las ciudades, ya que los con– ventos capuchinos no ofrecían condiciones. En el siglo XVIII deja– ron escritos cursos o tratados de ejercicios para los extraños Es– teban de Cesena ( t 17íl \, Nicolás de Eslava, el beato Diego de Cádiz. Miguel de Santander ( -r 1831); se sirvieron eficazmente de este medio de apostolado el P. Francisco Albano de Rüdesheim 1. t líl:l31, Andrés de Faenza ¡ ·j· 1783), Nicolás de Lagonegro 1 t 17921 y, más recientemente. el P. Esteban de Adóain (T 1330), que en l[J'~0 fundó en la Antigua Guatenrnla una casa de ejerci– cios. :\Iodernamentc se han introducido en varias provincias tales
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