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CAP. YIII.-CONSTITUCIÓN INTERNA 359 tad delegada del numstro general, y provincial, s1 se equipara a la situación jurídica de las provincias. Custodia era en la época antigua cierta demarcación dentro de una misma provincia. puesta bajo la inspección de un custodio. cuya autoridad estaba totalmen– te subordinada a la del provincial; por el contrario, en la actual legislación sirve para designar las fundaciones efectuadas lejos del territorio provincial con miras a la expansión de la Orden; tales son las erigidas en muchas repúblicas americanas y en Filipinas; dependen de la provincia madre y se gobiernan por un custodio nombrado por los superiores provinciales y confirmado por el general. En la Orden capuchina se observa una tendencia más centra– lizadora que en las otras ramas franciscanas y una mayor unifor– midad, sin diferencias de nacionalidad, una vez que fué superado el predominio de las provincias italianas. Al mismo tiempo, por otra parte. se acentúa más el carácter democrático-oligárquico, des– pués de la experiencia del gobierno personal de Ludovico de Fos– sombrone; la elección es la forma normal de proveer todas las prelaturas de la Orden. El cargo de mrnzstro general ( hasta 1619 -vicario general), duró tres aiíos en el siglo XVI; de 1608 a 1618, cinco años; en esta fecha Paulo V determinó que durase seis años; la bula /ar– nesiana de 9 de septiembre de 1667, así llamada por haber siclo publicada por iniciativa clel cardenal protector Jerónimo Farnese, añadía un año más; esta norma se observó hasta 1801,, en que la hula lrzter graviores volvió a la duración de seis años; en 1859, previa consulta a los provinciales. Pío IX determinó que el minis– tro general fuera nombrado para doce años; en 1908 restauróse otra vez la norma antigua de los seis años de generalato, que ha quedado como definitiva en las actuales constituciones. Para tratar los negocios de la Orden en la curia romana ha existido siempre el procurador {2:eneral. que además representa al ministro general cuando éste se halla fuera de Roma visitando las provincias. El definitorio general, que entre los capuchinos no ha tenido desde el principio otra misión que la de asesorar al ministro gene-