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CAP. VI.-DECADENCIA Y RESTAURACIÓN 351 a hallar un obstáculo en la limitación de la duración del cargo impuesta por las nuevas constituciones. El P. Pacífico de Seggiano i 1908-19141 recibió hecho el pro– grama de las principales iniciativas de su gobierno del Papa Pío X. por medio del cardenal protector, en el mismo capítulo general: revisión de las constituciones 11909) y fundación del Colegio In– ternacional de Roma. El P. Venancio de Lisle-en-Rigault (1914- 19201, el general de la primera guerra mundial, tuvo bastante con hacer frente a la situación, atendiendo con solicitud a las provin– cias más probadas y vigilando por la disciplina regular; no obs– tante, terminada la guerra, pudo aún imprimir nuevo impulso a la organización de los estudios en los seminarios seráficos y en los colegios mayores. El P. José Antonio de S. Giovanni .in Persi– ceto 11920-19261 vió reparados los daños de la guerra y dedicó particular atención a las casas de formación y a las misiones; mérito suyo es la nueva revisión de las constituciones \ 1925) exi– gida por la promulgación del Código de Derecho Canónico. El P. Melchor de Benisa ( 1926-19321 dirigió la Orden en el período de mayor paz y plenitud entre las dos guerras; presidió en 1928 la celebración del cuarto centenario de la reforma capuchina; pro– mulgó una nueva revisión de las ordenaciones capitulares 11928'i y del Statutum pru missionibus; erigió el Colegio de San Lorenzo de Brindis, que después se denominaría Instituto Histórico de la Orden y promovió de varios modos el progreso general. El P. Vigilio de Valstagna 11932-19.38) volvió a hacer objeto de solicitud especial la formación de la juventud y las misiones; durahte su gobierno tienen que probar días amargos las provincias españolas bajo el régimen republicano y la persecución roja. que produjo a la Orden noventa y cinco víctimas, y las alemanas bajo la política del na– zismo. El P. Donato de Welle /1938-1946¡ es el general de la segunda guerra mundial, de peores consecuencias que la primera para la libertad de acción del gobierno central y para la marcha de las provincias; entre sus iniciativas merecen destacarse la crea– ción del Secretariado General de la Orden Tercera y de la sección de Misionología en el Colegio Internacional. El P. Clemente de Milwaukee /194.6-1952), nombrado con todo su definitorio por