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300 l\IAJ'IUAL DE HISTORIA FRA:'iCISC:Ai'IA --------------- ----------- fidelidad a la Regla y con la clara voluntad de Dios; además el Papa es la suprema cabeza de la Orden. Obtuvo con facilidad de Clemente VII el permiso. l'irne cocis orauilo, para observar la Regla según sus deseos. vestir el hábito que llevaba puesto y andar predicando dP una parte a ot1"1, con la única obligación de presentarse todos los años durante el capí– tulo a su superior provincial. Luego comenzó a anunciar h paln– hra de Dios con gran fervor en el ducado de Erhino. teniendo buen cuidado de no aproximarse a los conventos ohservantes para no ser apresado por los suyos. A fines de abril se celchraha el capítulo en Jesi. y allí se presentó fray l\lateo conforme al man– dato del Papa. Como era natural, el proyincial. J mm de Fano, lo hizo encarcelar como fugitivo y vagahundo en el convento de Fornno. Fray Mateo. en efecto. no poseía documento alguno es– crito ele la autoriz:,ción pontificia ni se había preocupado de pro– curárselo. Unos tres meses llevaba en su reclusión, cuando llegó la noti– cia de lo ocurrido a Catalina Ciho, duquesa de Camerino, que veneraba a fray Mateo desde que éste había ejercit 0 1do su caridad heroica con los apestados en 1523 en la capital del ducado; era sobrina de Clemente VIL y es muy pruhable que a tal protectora debiera ya el reformador su éxito en el viaje a llama. Inmedia– tamente exigió de Juan de Fano que en el término de tres días pusiera en libertad al preso. El provincial tuvo que doblegarse y fray Mateo reanudó su vida de predicador ambulante. A fines de 1525 acudían al m"ismo provincial los hermanos de sangre Luclovico y Rafael de Fossomhrone pidiendo permiso para retirarse a un eremitorio con otros compañeros con el fin de observar la Regla en toda su pureza. Juan de Fano se lo negó. Entonces ellos huyeron y fueron a refugiarse entre los conven– tuales de Cingoli. Previendo lo que aquel hecho podía traer con– sigo, el provincial clióse prisa a proveerse de un breve pontificio (3 marzo 15261 en que se declaraba apóstatas a Mateo de Bascio y a los dos hermanos, facultándole a él para encarcelarlos. En consecuencia, dirigióse a Cingoli con un puñado de frailes. Ludo-