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280 MAXI.JAL DE HISTORIA FRAI'1CISCANA con ejercitar sn apostolado en la India durante doce años. Tam– bién seguían siendo eminentemente misioneras la provincia del Oriente, cuyos ministros provinciales, además del cargo ele pre– fectos apostólicos, desempeñaban el de vicarios patriarcales de Constantinopla, y la de ((Romaniaíl, que comprendía las islas de Zanle. Cefalonia y Codú; ambos territorios misionales estaban atendidos por personal n:itivo e italiano. En 164,1 fué confiada también a los conventuales JJOr la Propaganda la difícil misión de Mesopotamia, que al cabo de unos veinte años tuvo que ser abandonada. debido a los obstáculos hallados y a la escasez de personal. Poco sabemos de las vicisitudes de las misiones entre los cis– máticos orientales en los siglos XVIII y XIX. En 1880 todavía te– nían a su cargo los conventuales siete estaciones en Turquía, al cuidado de quince misioneros. En el curso del siglo XX la Orden ha ido extendiendo su apos– tolado a los más distantes países. En 1903 entraba a trabajar en el vicariato apostólico de Dinamarca la provincia de Bélgica-Ho– landa; en 1924, tomaban los conventuales en China la misión de Hinganfu, en el Shensi; en 1929 iniciábase la de rito bizantino– rumano en Moldavia; en 1930 se fundaba una en el Japón, dió– cesis de Nagasaki, erigida comisariato general en 19,1,0; en 1931 era confiada a la Orden la de Ndola. en la Rhndesia septentrio– nal; en 1937 la de Buitenzorg. en la isla de Java; en 1939 la de Bulgaria, de rito bizantino-eslavo, y en 194,0 otra de rito bizantino– griego en Albania. Esta última fué destruida totalmente con la expulsión de los italianos en 194,5. Si añadimos las misiones en sentido amplio abiertas recien– temente en varias regiones religiosamente abandonadas de Amé– rica central y meridional. no puede menos de aparecer muy hala– güeño el despliegue apostólico actuaI de los conventuales. En 19,1,7 trabajaban en todos estos campos misionales 97 sacerdotes, 39 her– manos y 29 religiosas; las casas en países de misión eran 4,L las parroquias 55 y las estaciones 99. Regentaban 4, seminarios con 101 seminaristas. Con el fin de proveer las misiones de personal bien preparado