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CAP. X.-LOS ESTUDIOS, LAS CIENCIAS Y LAS ARTES 257 Luis de Carvajal (t c. 1550), que defendió en Trento la oportuni– dad de definir el dogma de la Inmaculada; Miguel de Medina (t 1578), Francisco Orantes ( t 1584,) y Alfonso de Contreras (t 1567). No debe causar extrañeza que todos estos nombres fueran españoles-hubo en Trento cinco Padres y dieciséis teólogos de las provincias de España-; desde la reforma de Cisneros los observantes de la Península habían entrado de lleno en aquella renovación de la teología escolástica, reforzada y enriquecida por la teología positiva, que hizo posible la grandeza de aquel siglo de oro, cuyo eje es el Concilio de Trento. Junto a esas figuras deben alinearse, en la época posterior, Juan de Rada ( t 1608), llamado a Roma por Clemente VIII como consultor de la Con– gregación de auxiliis gratiae; los mariólogos Pedro de Alva y As– torga ( t 1667) y Tomás Francisco de Urrutigoiti ( t 1682); el es– cotista peruano Alfonso Briceño ( t 1667); el portugués Francisco Macedo de San Agustín ( t 1681), talento enciclopédico, profesor en el colegio de la Propaganda. En Francia florecieron como teó– logos el profesor de la Sorbona Claudio Frassen ( t 1711), Fran– cisco Assermet ( t 1730) y el formidable apologista Hayer, que se enfrentó audazmente con los enciclopedistas. En Italia el cardenal Lorenzo Cozza ( t 1729), Agustín Matteucci ( ·r 1722), Jerónimo de Montefortino ( t 174,0) y Benito Bonelli ( t 1773). En Irlanda el mencionado Juan Poncius, Hugo Cavellus ( t 1626) y Florencio Conrius (t 1631). En Lovaina sobresalieron el westfaliano Teodoro Smising ( t 1626) y el belga Juan Bosco ( t 1684,). Merece men– cionarse también el escotista alemán Crescencio Krisper ( t 1749). Como escrituristas se distinguieron, en el siglo XVI Nicolás Tácito Zegers ( t 1559) y Angel del Pas ( t 1596), en el siglo XVII Mario de Calasio ( t 1620), eminente orientalista y editor de unas concordancias de la Biblia en hebreo, grandemente estimadas, y Juan de La Haye (t 1661); y ya en el siglo XIX, Policronio Gras– smann ( t c. 1830) y Gabriel Tonini. Orientalistas de nota fueron además Tomás Obicini (t 1638), Domingo de Silesia, Miguel An– gel Carmeli ( t 1766) y, sobre todo, el fundador del Museo de 17