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1\U"IVAL DE HISTORIA FRANCISCANA m1s10n desapareció en 1510 al caer la isla en manos de los árabes. Entre tanto desde Calicut probaban otros misioneros a llevar la fo a la población hindú de las inmediaciones, intento que costó la vida a tres de ellos. En camhio los sencillos paravas de la costa de la Pesquería, agradecidos a los portugueses por haberlos librado de la opresión de los reyezuelos musulmanes, se convirtieron en masa, ~iendo bautizados sin la necesaria instrucción por falta de personal. Otro srnnde h:ito de los franciscanos en nc¡uellos pri– meros aííos fo(, la entrada en la I;,desia Católica de unas 30.000 familias nestorianas de los llamados cristianos de Santo Tomús. siguiendo el ejern]Jlo de su obispo l\Tar ]acoh. Pero dacla la escasez de operarios. apenas se podía pensar en otra cosa que en ir jalonando de residencias la costa al ampnro de las fortalezas y factorías pnrt11µ:ucsas. Con las cas1,s así edifi– cadas formóse una custodia, que en 1503 fué declarada provincia hajo la advocación de Santo Tomás, si bien. por lrnherse opuesto la provincia madre de Portugal, no tuvo efecto la erección hasta 1612. Las residencias de la región de Cochín con las de Cci!:in :formaron en 1633 la custodia de San \ntonio y las de l\folaca e islas pró:x:imus constituycron a fines del siglo XVll la custodia de San Francisco. A los obsernmtes se unieron los descalzos por la parte oriental. Sus primeras fundaciones se remontan al fraca– sado viaje a China de Pedro de Alfaro y sus compañeros en 1579. El convento fundado por ellos en Malaca pasó después a los por– tugueses y, con otras nuevas residencias, llegó a formar en 1622 la provincia de la Madre de Dios de ~folaca, que en 1680 se com– ponía de doce casas con 250 religiosos. Por la misma fecha la provincia observante de la India tenía unos 200 religiosos. Todo el Oriente portugués dependió en los primeros decenios de 1n sede de Funchal en la isla de Madeira; el obispo hacíase representar por comisarios escogidos entre los dominicos y fran– cisennos; uno de éstos fué fray Andrés de Torquemada, obispo de Dumnio, que ejerció sus funciones de 1520 a 1522. En 1534, se crcabn por fin la sede de Goa y tres nños más tarde era designado su primer obispo el insigne fray J unn de Alburquerque, que tuvo la suerte de recibir entre sus colaboradores a San Francisco Javier.

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