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184, i\IANCAL DE HISTORIA FRAI\C!SCANA anterior respecto del ministro general. que durante todo este tiempo seguía siendo nombrado por el Papa. La dispersión de los religiosos españoles vino a favorecer la vida de la Orden en otras naciones. l:no de ello,;. el navarro Pa– dre José Areso, comisario de Tierra Santa, inició en 1849 la res– tauración de la Orden en Francia, y con tal éxito, que en lü60 podía ya constituirse la primera provincia. Por el contrariu. en , Polonia y Rusia, h supresión, iniciada en 1831, se consumaba en 1864,, dejando en pie algunos conventos para albergue de los religiosos ancianos. En lü56 pudo por fin reunirse el capítulo general en Roma bajo la presidencia de Pío IX; en él estaban representadas no– venta provincias; España y Francia sólo pudieron enviar su:– comisarios. Gracias a la relativa normalidad, todavía pudo convo– carse el capítulo de 1862; pero el nombramiento de general. para doce años, lo hizo el Papa directamente. La tarea principal de estos dos capítulos fué la elaboración de los estatutos generales, sin llegar a un resultado positivo. Después sobrevino el triunfo de los piamonteses en Italia y con él la exclaustración total, completada en 1873 con los con– ventos de la provincia romana. En 1869 Pío IX nombró general al reformado Bernardino de Portogruaro (1869-1889), eminente bajo muchos conceptos, quien en su largo gobierno de veinte años supo imprimir a la Orden el impulso decisivo hacia la restauración. Visitó incansable las provincias y atendió con cuidado especial a los religiosos víctima de las recientes expulsiones en Italia (1870-73), Prusia (1871-75) y Francia (1880). Fundó en 1882 el órgano oficial de la Orden titulado Acta Ordinis Minorum. Tuvo el consuelo de ver restau– rados los conventos en la mayoría de las provincias, pero no lo– gró recobrar el de Aracaeli, en Roma, sede de la curia generali– cia por espacio de más de seiscientos años, por lo que ésta hubo de instalarse en el nuevo Colegio de San Antonio. En 1889 pudo reanudarse, tras nueva interrupción de veinti– siete años, la celebración de los capítulos generales. Fué elegido el P. Luis Canali, de Parma (1889-1897). Las provincias españo-

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