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178 MANUAL DE HISTOHIA FRA.'/CISCANA las razones económicas y las arremetidas reformadoras con que se los maltrató. Al igual que en los siglos XV y XVI, veremos en la Orden fran– ciscana un empeño tenaz por la reforma, pero en sentido opuesto: no la reforma de abajo arriba, que es la eficaz, porque obedece a una exigencia vital, sino la de arriba abajo, labor negativa, de coerción, que supone, sí, conciencia de la propia misión en los superiores, pero también espíritu decadente en la masa. El catálogo de los ministros generales del siglo XVIII se abre con tres españoles, que gobernaron uno después de otro: Luis de Torres í 1700-1701J, Ildefonso de Biezma ( 1701-1716) y José Gar– cía (1716-1723). Debióse esta anomalía, tan contraria al principio de la alternativa, a la guerra de sucesión española que impidió la celebración del capítulo general. Y tanto más insoportable aparecía la preponderancia de los españoles cuanto mayor era el desdén que inspiraba España, juguete ahora de las ambi– ciones europeas. Con las provincias francesas formaban ahor., coro las alemanas, austríacas e italianas; entre unas y otras cru– zóse una intensa campaña de libelos en que se acusaba a los españoles de tener acaparado el gobierno supremo desde un siglo atrás, ya que aun en la familia cismontana los ministros generales habían sido milaneses o napolitanos. Imputábanseles asimismo multitud de abusos e ilegalidades por su política absorbente en la curia general, en la cuestión de Tierra Santa, etc. A esta exacerbación de la vieja querella nacional vino a aña– dirse la de los reformados. Desde 1706 había dos vicecomisarios de la familia cismontana, uno para los observantes y otro para los reformados; ambas familias estaban descontentas por la su– presión del comisario único, pero cada cual aspiraba a que fuese de su gremio. Las provincias reformadas, en efecto, superiores ya en número, reclamaban la igualdad de derechos y podía repetirse paulatinamente lo sucedido en el siglo XV entre observantes y con– ventuales. ¿ Cuál de las dos familias era la (,comunidad))? La polémica escrita fué enconada y poco edificante. Los reformados trataban incluso de formar Orden aparte con ministro general propio, a imitación de los capuchinos y conventuales.

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