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CAPITULO II ESTABILIDAD Y DECADENCIA (1700-1897) LA REFORMA DE ARRIBA ABAJO (1700-1768). El siglo XVIII conoció la máxima saturación monástica-sólo la Observancia con sus reformas alcanzaría la cifra de 77.000 reli– giosos-y dejó en herencia el máximo descrédito social de las Ordenes mendicantes. Nunca resultó más verdadera la afirmación de que no es el número lo que hace grandes a las instituciones. Las causas que condujeron al desenlace trágico del siglo XIX son muy complejas, pero todas providencialmente ordenadas a la pu– rificación regeneradora de la porción selecta de la Igelsia. En lo exterior tomaron como blanco principal de su enemiga a los frai– les todas las fuerzas anticatólicas del siglo: iluminismo, janse– nismo, febrionianismo, regalismo y masonería. En efecto, por muy decaídas que estuvieran, las Ordenes mendicantes seguían siendo la más firme garantía de la autoridad pontificia y del supranacio– nalismo de la Iglesia, que eran los dos valores amenazados por el laicismo heterodoxo. Por desgracia la vida interna de los es– tados de perfección ofrecía no escaso asidero al enemigo, y no siempre eran calumniosas, bien que impías, las sátiras burlescas, 12