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INTRODUCCIÓN 15 en el primer decenio del s1:glo XX. El empuje inicial lo dieron los capuchinos franceses con la fundación, en 1861, de los Anna– les Franciscaínes. Luego vino el Colegio de San Buenai·entura de Quaracclu:. fundado en 1877 por el P. Bernardino de Portogruaro, general de los observantes, con carácter internacional; asignósele como primer cOJpetido llevar a término la edición crítica de las obras de San Buenaventura, y luego se convirtió en un .foco de estudios filosófico-teológicos y de investigación histórica; a él se deben valiosas publicaciones que le han dado renombre universal. Parte destacadísirna en este resurgir de los estudios francis– canos corresponde a dos revistas de atuendo científico: ll/Jiscella– nea Francescana, fundada en 1806 por el eximio sacerdote fran– c:s~anista df) Foligno Miguel Faloci Pulignani y desde 1931 diri– gida por los conventuales, y Études Franciscaines, publicada des– de 1899 por los capuchinos franceses. El afán de investigación despertado por Sabatier daba sus fru– tos. Docenas de historiadores desempolvaban los archivos y reco– rrícn las bibliotecas públicc1s en busca de fuentes franciscanas; apare~Ían multitud de monografías desperdigadas acá y allá, y hubo que pensar en trazar cauces apropiados a este movimiento. Así nació el Archivum Franciscanum Historicum en· 1908, en virtud de un decreto del general de los observantes, para con– memorar el centenario de la fundación de la Orden. Y paula– tinamente fueron sacando a luz los frnncis:.:anos revistas similares en las principales lenguas: francés (1912), italiano (1912), espa– ñol (1914), alemán ( 1914,), holandés ( 1917), inglés ( 194,1). La mencionada conmemoración centenaria tuvo como monumento in– signe el Manual del P. Ho!zapfel, publicado conjuntamente en alemán y en latín en 1909. Es la primera y hasta ahora la más completa, en medio de sus pormenores críticos discutibles, de las obras generales de historia franciscana. Los capuchinos, por su parte, ¡nblicahan importantes trabajos de investigación en Analecta Ordinis y en la mencionada lttudes. En 1907 aparecía en Barcelona la Revista de Estudios Francisca– nos; en 1917, en Holanda, la Franciscaansch Leven; en 1926, L'ltalia Francescana. En virtud de un decreto del ministro gene-