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CAP. J.-:,¡l.iEVAS REFORMAS 169 --------------------------- fervor eucarístico; San Pedro Bautista y sus cinco compañeros mártires del Japón I t 15971; San .luan José de la Cruz ( ·j· 1734,1, que renovó en Nápoles los tiempos del Pedroso. Larga es también la sel'ie de beatos. la mayoría mártires del Japón. Los REFORMADOS. Las casas de retiro que. como ya vm1os. habían tomado tan buen rumbo en Italia bajo el general Francisco Lichctto. fueron después tan mal comprendidas. sobre todo por Pablo Pisotti, que obligaron a Francisco de Jesi y Bcrnardino de Asti a acudir a Clemente VII en demanda de protección. El Papa accedió a sus deseos publicando en 1532 la bula In suprema. en que mandaha fuesen erigidas en todas las provincias casas a donde pudieran retirarse libremente cuantos quisieran guardar la Regla en todo su rigor, pero interpretándola conforme a las declaraciones Exiit y Eúvi; podían además vestir hábitos pohres y remendados, y andar sin sandalias, aunque sin modificar el hábito. Estarían go– bernados por un custodio propio, con voto en el capítulo provin– cial y con autoridad para hacer volver a los conventos de la Obser– vancia a los que no se amoldasen a la vida de los retiros. En el rigor de la vida regular y en las austeridades y penitencias se proponían emular a los guadalupenses. Esl'.1 pretensión de adap– tarse al modo español y. sohre todo, la oposición de los superio– res, que obligó a Francisco de Jesi y Bernardino de Asti a pasarse a los capuchinos con otros muchos. fué causa de que las custo– dias de reformados prosperasen poco. a excepción de las pro.-in– cias de Milán y Venecia, desde donde se extendieron por Austria y Alemania, mitigando algo la primera rigidez. El capítulo general de 1535 decretó fuesen favorecidas las casas de retiro; y como paulatinamente los superiores se dieran cuenta de que era el único medio de impedir que los mejores religiosos fueran a engrosar las filas de las reformas independien– tes, dichas casas fueron aumentando en número, y con el número, como tenía que suceder, adquirieron la conciencia de la propia

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