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16:3 salir al paso a este peligro mandando que en todas las provincias de España fueran erigidas casa;;; de recolección. En ellas podrían guardar la altísima pobreza los que ,¡uisieran, pero bajo la obe– diencia de sus superiores. Fueron apareciendo. e11 efecto, tale~ retiros provinciales en mayor o menor número. Francisco de lo,c Angeles Quiñones. elegido ministro general en 152::\. cPlosn como el que más de la pura observancia. como rli~cípulo que era de Juan de la Puebla. dió a las casas de retiro e,-tatulos propios. Los religiosos r¡i:e se acogieran a ellas habían de llevar vida de oración. silencio y austeridad: no les estaha permitido rEeihir dinero ni !'iquiera mediante los síndicos apostólicos; debían con– siderarse totalmente sometidos a los superiores. De lnher tenido Quiñones las manos más libres para atender al bien de la Orden, es posible <1ue las ansias de mayor perfección hubieran hallad11 cauce generoso dentro de la unidad jerárquica: pero gran parte de los superiores estahan animados ele sentimientos hostiles hacia lo que consideraban singularidad perniciosa. En Italia prodújose el mismo movimiento en 1518. por ohra del e;sp:,ño! Estehan de Molina y de Bernardino de Astí. El celantísimo general Francisco Lichett,¡ 1 l.'il8-1520), que en su visita canónica por las provincias de Italia. Alemania y Austri:, había depuesto en un solo año a í2 guardianes por el único 111'1· tivo de no atender debidamente a los reli;_~io~os enfermos, supo comprender y dar alas a su buen deseo; pero el Y icario ge1wnd Pablo <le Soncino i 1521-152::l l. que le ;;ucPdiú. se opuso a k,– innovadores lo mismo que el comirnrio general cismontano Hih1- rión :3acchetti 11523-1526). Al llegar Quiñones a Italia en 1521 tomó a su cargo h protección de las casas de recolección y d año siguiente extendió a ellas los estatutos que hahía dado a la~ de España. Al insigne Francisco de Quiñones. creado cardcnal en recompensa de los servicios prestados en la paz de Barcelona, sucedió en el generalato Pablo Pisotti i 1529-1533 ), de criterio totalmente opuesto y además muy mal considerado en la Orden por su vida asegbrada y por su proceder violento y arbitrario. Debido a esto y a los desaciertos cometidos en su gobierno, foé depuesto por Clemente YI I.