BCCCAP000000000000000000000208

CAP. )d.--\!l:-iIO:\ES E:'liTHE LOS ACATÓLICOS 139 r<:>1nos desmcmhrados del primitivo imperio de Chagatay hasta d Tihet. e) Toda la India propiamente dicha hasta la desemboca– dura del Ganges í !mlia Primal. Al morir .1 uan de Montecorvino en 13¿H) dejaba erigidos seis obi~pados en el territorio evangelizado por sus hermanos de há– bito. L:"" sedes eran: Zaytón (Tsian-Tcheu), frente a Formosa; .Armalek (Kuldya), en la frontera septentrional de China; Cu– musch 1Chemakhal, en el Cáucaso: Saray ITsarew). sobre el Vol– ga: Tana i Azow ). en la desembocadura del Don. y Caffa, en Crirne1. ;t los nombres de insignes misioneros ya mencionados deben aiiadirse los españoles Lorenzo de Portugal, nombrado legado pon– tificio entre los tártaros en 124-5; Jerónimo de Cataluiia, obispo de Caffa; Pascual de Vitoria, que fué martirizado en Armalek; Francisco Catalán, vicario general de Tartaria Aquilonar en 1371, , n1rios otros. EVANGELIZACIÓ:.'-i DE LAS CANARIAS Y DE LA COSTA OCCIDENTAL DE AFRICA. Con el cambio de frente operado en la historia de las misio– nes en el siglo XV coincide una poderosa renovación del espíritu misional en la Observancia. Los focos de atracción son las islas Canarias. cuya rápida cristianización constituye uno de los capí– tulos más gloriosos del frnnciscanismo, y las costas africanas ex– ploradas por los navegantes portugueses. Es el preludio. además, de la nueva organización nacional de las misiones bajo la f,gida del Patronato hispano-lusitano, aunque todavía la Santa Sede con– ,;errn la iniciativa y la suprema dirección. La evangelización de las Canarias fué iniciada por los fran– ciscanos en los primeros aiios del siglo XV. con la bendición del Papa aviñonés Benedicto XIII, quien en 14,04, nombraba primer obispo del archipiélago a fray Alfonso de Sanlúcar de Barrameda. Las primeras islas evangelizadas ·fueron Lanzarote y Fuerteven– tura; los conventos fundados dependían de la vicaría observan- 1e de Castilla. En 1445 fué nombrado guardián del convento cen-