BCCCAP000000000000000000000208

132 MA;'it_;AL DE HJSTO!UA FHA:'<CISCA;'iA --------------~-------- "------ ·--- bajo Inocencio IV por espacio de diez años (124,5-12551; los franciscanos Domingo de Aragón, Lorenzo de Orte y Juan de Parma lograron esta vez resultados algo más positivos, como la sumisión del patriarca ortodoxo de Antioquía y un acuerdo pre– paratorio entre el emperador y el Papa. Más tarde el emperador Miguel Paleólogo, para conjurar los ataques de los príncipes cató– licos, en particular del temible Carlos de Anjou_ nilvió a entablar negociaciones de unión. que eran interrumpidas apenas veía lo– grado su in lento; en todas ellas hicieron de emisarios los fran– ciscanos. Hubo un momento en que pareció la unión un hecho definitivo, gracias al celo y diplomacia del Papa Gregorio X; una comisión de franciscanos_ presidida por Jerónimo de Ascoli. pre– paró en Constantinopla las bases de la sumisión al Papa; Paleó– logo y su hijo Andrónico juraron profesar la fo católica_ después de imponer su voluntad al clero ortodoxo recalcitrante, y envia– ron una embajada al Concilio I[ de Lyón íl27~1,), convocado pri– mariamente para este fin; las sesiones se desarrollaron con bue– nos augurios, bajo la dirección principalmente de San Buenaven– tura. El día 6 de julio de 1274, los embajadores y los prelados griegos abjuraron solemnemente el cisma ante el Concilio; la unión estaba consumada; con semejante solemnidad se ratificó lo hecho en Lyón el 16 de enero siguiente en Constantinopla. Pero la sinceridad de Paleólogo hubo de haht:rselas con la obsti– nación de su clero y fué sometida a dura prueba por las campañas de Carlos de Todas las espcram:a:,; s:~ fru;;lrnrnll en 128 l, al lanzar Martín IV. p:!l'tidario de l<,:s de sentencia de ex– comunión contra el emperador. Entre tanto lo,; misioneros franciscanos. esparcidos por todo el Oriente, llevaban a cabo una labor más lenta_ pero más efec– tiva. de aproximación, mediante el ejemplo de su vida y el apos– tolado de la palabra o de la pluma. Las expediciones misioneras menudearon durante todo el siglo con destino a Bulgaria_ Servia, llusia, Georgia, Armenia, Líbano y Persia. El fruto f ué consola– dor. Juan de Pian Carpino logró reducir a la unión de la Iglesia Romana a un duque ,irte Moscovia y a un prelado de Albania; utros franciscanos aseguraron la comimicación de Georgia con la

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz