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llü MANUAL DE HlSTOHIA FRANCISCANA grados o manifestaciones: el éxtasis de la voluntad, las fruicio– nes espirituales. las sensaciones espirituales, la muerte mística, las tinieblas luminosas, el rapto. Huelga advertir que toda la teología mística bonavenluriana se mueve dentro de la concepción del ejemplarismo y de la ilumi– nación, tan personal en su filosofía. La influencia de San Buenaventura en su tiempo y en los si– glos posteriores fué muy grande. dentro y fuera de la Orden. Ese mismo renombre liizo que le fueran atrihuídas multitud de ohras espirituales, entre las cuales sobresalen el Speculum disciplinae, escrito a lo que parece por su discípulo Bernardo de BeE~e o tal vez por Juan Peckam. y las Meditaciones vitae Christi. ubrn de un franciscano toscano de principio del siglo XIV. El Speculum contiene un conj UH to de instrucciones de carácter práctico ende– rezadas a los novicios y n las almas principiantes; fué el libro fundamental para In formación de los jóvenes religiosos. Las lle– ditationes alcanzaron enorme divulgación en toda la cristiandad v contribuyeron, como ninguna otra obra. a aproximar las almas hacia la Humanidad de Cristo. Es patente su influjo en la derntio moderna, en la piedad popular y en el arte. Contemporáneo de San Buenaventura fué Daád de ·ÍUgslmr– go \ t 12í2L maestro de novicios en Hatishonn. Escribió en ale– mán gran número de tratados espirituales. pero la ohra que le diú mayor renombre foé la titulada De exterioris et interioris lwmi– nis compositione secundum triplicem statum incipientium. proji– cientium et perjectorum, uno de los libros más leídos antes de la Imitación de Cristo; ejerció también notable influencia en los escritores de la devotio moderna. como Tomás de Kempis. Ha– clevvi j ns. Monbaer. ete. Tuvieron asimismo gran divulgación el Speculum beatae Ma– riae Virginis, de Conrado de Sajonia ( t 12í91. atribuído durante mucho tiempo a San Buenaventura, el Stimu/11s amoris, de Jacoho de Milán, tenido también como obra del doctor seráfico; la :ll edi– tatio pauperis in solitudine, de un ánonimo de Iines del siglo X!íI no exento de las preocupaciones del partido espiritual. Y dentro plenamente ele esta tendencia heterodoxa está e!