BCCCAP000000000000000000000208

108 MANUAL DE HISTORIA FRANCISCANA Los MAESTROS DE ESPI!UTUALIDAD. El primero y más importante es San Buenacentura. Podemos decir que toda su obra literaria se orienta hacia la síntesis de la filosofía y de la contemplación en una sola ciencia: la Teología mística, y la obra maestra de este esfuerzo unitario es el ltine– rarium mentís in Deum, calificado como una de las más excelsas producciones del ingenio humano. Son de índole puramente espi– ritual los opúsculos De triplici via o lncendium amoris, Solilo– quium, Lignum vitae, De quin que festivitatibus Pueri lesu, Vitis mystica, De perfectione vitae ad sorores, Collationes de septem donis Spiritus Sancti. , Puede compendiarse la doctrina espiritual bonaventuriana en los siguientes puntos fundamentales: El hombre es imagen de Dios por su ser natural, y es seme– janza de Dios por su ser sobrenatural. El pecado original borró la semejanza y conservó solamente la imagen de Dios, aunque mutilada y borrosa, por haberse apartado el hombre de Dios y haberse vuelto hacia los seres criados. De aquí que la vida espi– ritual deba comenzar por una nueva creación ( recreatio animae). Esta nueva creación nos vino con Cristo y consiste en la infu– sión de la gracia santificante acompañada de las virtudes infu– sas ( rectificatio animae), de la gracia sacramental ( sanatio ani– mae), de los dones del Espíritu Santo ( expeditio animae} y de las bienaventuranzas ( perfectio animae) sobre el fundamento del cum– plimiento de los divinos mandamientos. Regenerada de esta forma, el alma se dispone para unirse con Dios. Nuestra vida sobre la tierra debe ser un anticipo y comienzo de la gloria del cielo. Y como la vida del cielo consta de tres elementos: perfecta posesión de la paz, perfecta visión de la verdad y perfecta frui– ción de la caridad, la vida espiritual sobre la tierra debe ser el camino que nos lleva al reposo de la paz, al esplendor de la verdad y al gozo de la caridad. De aquí las tres vías: purgativa, ilumi-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz