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CAP. V!II.-EVOLCCIÓN EX LA CO:'iSTITl!CIÓ:\' DE LA ORDEN 101 la cismontana las atribuciones eran más restringidas que en la ultramontana. Unidos a los conventuales, celebraban más tarde los capítulos llamados generalísimos, que sólo fueron seis desde 1430 hasta 1517. RÉGEv!El\'. DE LAS PHOVINCHS. El gobierno de las provincias venía a ser un duplicado del régimen general de la Orden. En un principio. el cargo de minis– tro provincial era meramente colaticio. al arbitrio del ministro general. Tenía poder para distribuir los religiosos en las casas, recibir novicios, visitar la provincia y convocar el capítulo pro• vincial. La Regla de 1221 le daba, además, la facultad para apro– bar los predicadores, pero la de 1223 reservóla al ministro gene– ral; en 124,0, Gregorio IX volvió a concederla a los provinciales. En 1239 quitóse al general el poder de nombrar y deponer a los provinciales y se determinó que tanto éstos como los custo– dios y guardianes fueran promovidos por elección. También en las provincias se ensayó el capítulo de definidores. El capítulo provincial se celebraba cada tres años; en él tenían voto los cus– todios, los discretos enviados de cada comunidad y un número reducido de otros religiosos convocados por el provincial; con frecuencia acudían también los guardianes, los maestros de teo– logía y aun los predicadores. Al igual que en el capítulo general. los negocios se trataron, primero, mediante los definidores del capítulo, y después, mediante los auditores de las comisiones. Sólo la promulgación de los estatutos provinciales era de incumben– cia del pleno del capítulo. Los capítulos provinciales tuvieron un carácter más democrático que el capítulo general, ya que la ma– yoría de los miembros eran libremente elegidos por las comuni– dades, y mientras duraba el capítulo, éste ejercía autoridad om– nímoda, aun sobre el ministro provincial, mediante los cuatro de– finidores capitulares. A éstos pertenecía la syndicatio del ministro provincial. El ca– pítulo podía deponerle y elegir otro en su lugar bajo confirma• ción del ministro general.
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