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el envio de una comisión de señoritas, al Jefe Supremo de la República; entre tanto quedaba en suspenso la orden ministerial. El día 27 de febrero, crnce de telegramas; desde !barra, el presi– dente del Concejo municipal, Dr. Tarquina Páez, al ingeniero Federico Páez, Jefe del Mando Supremo: que por prestigio propio "no extreme medidas contra capuchinos, con quienes no me liga amistad personal, ni vínculo ideológico alguno". Y desde Quito, el Dr. Carlos Tobar: "Asunto arreglado". Y el periodista Víctor M. Guzmán, que presidía la comisión de señoritas: "Exito favorable. Ordenóse suspensión salida". Laudo favorable que ratifica el mismo día 27 de febrero de 1936 el intendente Ricardo Sandoval: "De orden del Sr. Jefe Supremo de la República comunico a Vd. que queda insubsistente la orden de des– ocupación del país, que personalmente el suscrito impartiera tanto a Vd. como a los miembros de esa Comunidad". Y de orden del mismo Jefe Supremo impone al P. Bernardino una entrevista con el mismo "Ilustre Mandatario" para el día 3 de marzo (20). Refiere el P. Clemente que no esperaron la fecha señalada, sino que el día 28 se presentó en Quito con el P. Bernardino. Recibióle el Jefe del Mando Supremo con más amabilidad que protocolo; preguntó por el trabajo que venían realizando y al oír el nombre de Mariano Acosta repuso que enviaran informes al ministerio para ayudarles en la apertura de una buena vía de comunicación. De reg1.-eso a !barra, en donde fueron recibidos con laudes de vencedores, reanudaron su ministerio apostólico por Imbabura y el Carchi; los padres Bernardino y Clemente predicaron en la catedral la novena de más postín, la de Nuestra Señora de los Dolores. De nuevo se proyectaron al Angel, Pablo Arenas, Mariano Acosta, García Moreno... para volver a reunirse todos en !barra el día 26 de abril, fiesta de la Divina Pastora, en la que ofició el canónigo Dr. Elías Layo y pronunció brillante panegírico el Rvdo. párroco Dr. Vicente Ponce. Por el mes de septiembre (día 25) se traslada la parroquia a la iglesia de la VOT y el 3 de octubre pasan las Madres Betlemitas a su colegio , por lo que se recuperan para la Orden capuchina iglesia y convento propios. El P. Bernardino, en respuesta al auto por el cual declaraba el vica1io capitular, Dr. Ricardo I. Reyes, las novedades precedentes, reafirma los derechos de la Santa Sede, a las iglesias, casas y solares de la Orden Capuchina y de la VOT, para que en su día se reintegre a los terciarios la iglesia, provisionalmente erigida en parroquia, con todas sus pertenencias. El señor párroco habrá de cuidar de las reparaciones en el edificio por cuenta de los derechos de fábrica; y si no aceptare ese compromiso, 87

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