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religioso carmelita. "Estamos bajo la dependencia de los obispos de Guayaquil y de Quito y lo vamos a estar todavía más del arzobispo de Quito con la aceptación, por la provincia, de la parroquia de Pifo. No sé qué van a hacer tres Padres en un pueblo pequeño y pobre como es Pifo. El Eminentísimo Cardenal Arzobispo de Quito quiere que los Padres contrarresten la propaganda protestante en ese pueblo". Queda desilusionado el custodio con la renuncia al cantón Limones (14). Y como él, quien, por ecuatoriano, y experto, podía tener una visión certera: "Lo que más siento --·escribe el P. Clemente de Tulcán - es la pérdida de Limones, en donde estuvieron nuestros Padres ; y por falta de visión de los Superiores mayores, que desde lejos resuelven sin saber de qué se trata" (15). Reaccionó el definitorio provincial de NCA; pero demasiado tarde. "Se ve que es grande la persuasión de V. Ilma. -comenta el custodio Ruperto al prefecto Valbuena- - y poderosas las palancas que ha movido, cuando nuestra provincia vuelve de su acuerdo primero, que era rotundamente negativo. Yo felicito a V. Ilma. por el buen éxito de sus gestiones" (16). En efecto, el 16 de febrero de 1954 ratificaba el provincial Serafín de T. la aceptación (que tal vez había ya notificado telegráficamente, a juzgar por la,; fechas) y anunciaba el destino del padre Cándido de Lizarraga como sustituto del que tuviera que desplazarse al cantón de Limones; y requería las cláusulas del convenio, por si tuvieran que enmendarse o innovarse, antes de firmarlo (17). Se firma el contrato en Esmeraldas por el prefecto apostólico Hieroteo Valbuena y por el custodio Ruperto de Arizaleta, el 10 de marzo de 1954 (18 ). Falta la ratificación por parte del definitorio provincial de NCA. en el interín es destituído Mons. Valbuena con todo el personal religioso de su prefectura. Y entran a hacerse cargo, con el favor del nuncio en Quito, los combonianos, congregación italiana (19). Se considera este fracaso, fuerte contratiempo para la custodia ecuatoriana. El nuevo superior, Langarica, aún espera poder recuperar "tan buena y prometedora fundación" (20). ¿Qué ocurrió para pernútir que se volatilizara oportunidad como la de Limones? Al referirse a este asunto el provincial Ricardo de Lizaso, en su relación de visita al Ecuador, suelta este comentario sibilino: "Mejor será tender un velo sobre las miserias y pequeñeces que dieron por resultado el traspaso a una congregación italiana, de esta Prefectma, que podía haber sido una hermosísima Misión (21). 174