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Al informe optimista del custodio Egües responde el provincial Fidel de Pamplona que "es deseo del definitorio provincial que no se hagan por al10ra nuevas fundaciones". Y como el custodio tampoco disponía de psrsonal, tuvo que sobreseerse todo compromiso (2). ESMERALDAS.- Fray Hieroteo Valbuena, carmelita descalzo, Ilmo. y Rvmo. Prefecto Apostólico de la provincia de Esmeraldas, invita al padre Ruperto de Arizaleta, custodio del Ecuador, a fundar dentro de su jurisdicción una residencia o un convento capuchino. En Limones o Valdez), ofrece casa nueva, capaz para cinco personas , huerta, iglesia pequeña, población de 3.500 habitantes, con sus anejos Barbón, La Tola, Maldonado, Concepción, en que perdura el rE• ctwrdo de los capuchinos de antaño. Porvenir muy halagüeño. "Esmeraldas es un paraíso abierto". No puede dudarse entre Esmeraldas y el Napo , zona de selva espesa y de escasa población (3). Ilusionó al custodio Arizaleta aquella oportunidad; pero con– secuente con su proceder habitual, notificó al prefecto apostólico el envío del superior de Tulcán (Angel de Ucar ), sujeto experimentado, para inspección y estudio del terreno ; precaución que Mons. Hieroteo estimó acertada (4 ). El informe del P. Ucar fue sincero, luminoso y estimulante. Perspectivas excelentes : pero se rer¡uería fuerte dosis de sacrificio por el clima y por la apat ía de los moradores. "Es lo mejor que tengo" -manifiesta el prefecto apostólico de Esmeraldas . Y lo más codiciado por diversas órdenes religiosas . Signo de la prosperidad de dicha provincia es el ritmo de su crecimiento, que de 75.407 habit antes en 1950 se remonta a 214.365 el afio 1974. Y zona privilegiada, dentro de la región de Esmeraldas, es precisamente la de Lin1ones con la Tola, Borbón y Maldonado, por sus recursos naturales y por el tráfico mercantil; zona rica en bananos, coco, naranj as, pesca, madera, oro . Razas dominantes son los negros (juyungos para los aborígenes), que han formado un enclave más importante que el del Chota ; y la original tribu de los cayapas, que el P. Angel de Villava menciona en sus memorias, y que, según informe del P. Ucar, sumarían unos 5.000 en t odo el cantón. En Concepción había desaparecido el convento y la iglesia estaba arruinada. Sus vecinos le mencionaron, con un dejo nost álgico los nombres de Angel y Juan de Villava, Gaspar de Cebrones y un Domingo, que creo ha de ser el santo hermano de Alpicat. No hay por qué silenciar ni los 28° de t emperatma media anual (aunque refresque mucho de noche), ni los 4 .000 mm . de pluviosiclad anual (Limones), ni la plaga de mosquitos; tampoco la carga 172