BCCCAP000000000000000000000207
CAPITULO 11 OFERTAS FRACASADAS DE FUNDACION Nadie se alarme más de lo que se alarmaron los propios artífices por la pujante expansión de nuestra custodia capuchina de Ecuador. Jamás obraron sus responsables de modo irreflexivo o en forma desatentada; antes de comprometerse con ningún prelado ni prefecto apostólico sopesaron bien las ventajas e inconvenientes y sobre todo tuvieron muy en cuenta el personal disponible. De ahí procede, en parte, que muchas de las fundaciones previstas no llegaran a realizarse. LOJA.- Jardín botánico del Ecuador, con valles y verdor perenne, como el de la capital, y regiones de mínimo pluviométrico, como Macará (356 mm. anual), que empujan a la emigración. Famosa por su cascarilla o quina y por su tradición cultural y el casticismo de su lenguaje catella– no. Orografía abrupta. Clima desde tropical a subtropical interandino. En 1951 se recibió la primera oferta de fundación en Catacocha, cabecera cantonal de Paltas. La diócesis estaba pronta a desembolsar los 15.000 sucres en que se calculaba el pasaje de dos religiosos desde España. Soslayó por el momento el custodio, P. Ruperto, la aceptación, hasta no tener noticia directa del lugar y de las condiciones jurídico financieras (1). Cuando todo parecía olvidado, se organizó una campaña misional por la provincia eclesiástica de Loja. Durante dos meses y en jornadas agobiantes, ·según testimonio del custodio Santos de Egüés, cinco capuchinos desplegaron sú ardiente celo pastoral, more pristino, es decir: al estilo de las misiones en la península ibérica. El 9 de diciembre del 65 regresaban a sus conventos. En nombre de S. E., Mons. Luis A. Crespo, y del clero y pueblo de Loja, expresaba su profunda gratitud el vicario foráneo y cura pán-oco del sagrario (iglesia catedral), Rvmo. D. Carlos Alfonso Erreis: "Los Reverendos Padres Capuchinos han conquistado, no sólo el alma y el corazón de los Lojanos, sino que de todos ellos han quedado prendados por su infatigable apostolado, por su abnegación y por su bondad". Y, como los laicos, los eclesiásticos con su obispo, pide a dichos religiosos vuelvan por aquella zona austral de la patiia ecuato– riana con propósito de avecindarse. Su excelencia está pronto a entregar con categoría parroquial cualquiera de los cantones o vicarías foráneas de su diócesis, como por ejemplo las cabezas cantonales de Macará y de Alamor. 171
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz