BCCCAP000000000000000000000207

la custodia, en la que se presentaron tres ponencias y se tomaron algunos acuerdos. Temas preferidos fueron los que inciden en la observancia regular y en el establecimiento de la Orden en Ecuador. El primer ponente, Serafín de Lezáun, juzga oportuno la fijación de un horario, a tono con el "Manuel Seráfico", mitigado en las simples residencias. Rezo de la "estación " después de las comidas; asistencia obligatoria al rosario, como suplemento de la hora de oración; silencio regular desde las 21 horas (sierra) y desde las 21 '30 (costa); atuendo de túnica, pantalón, hábito , sandalias, bufanda de color de hábito o negra en la sierra; sombrero de paja, como los franciscanos, en sierra y costa; nunca poncho en la ciudad ni en la iglesia. Se elogia como magnífica la ponencia de P. Ruperto de Arizaleb., que, respecto de la vestimenta, aboga por los tres hábitos, recio, delgado y de dormir; por tímica en vez de camisa ; camisetas, sandalias y un par de zapatos. Para viajar, maleta y maletín de fibra. Los viajes en barco, clase tercera, de camarote, no en cubierta con 180 pasajeros, como fue el de los padres Santos de Egüés y Martín de Sesma, que no creo fueran excepción. Juzga innecesario un "boletín de noticias " custodia!, dictamen con el que simpatiza el P. Ricardo, fundado r del que funciona en NCA; y aboga por el pronto restablecimiento del noviciado , que podría fijarse en Ibarra. Propone como patrona de la custodia a la Inmaculada Concepción . Manuel de Beizama sugiere la incorporación de las misioneras AMF, afincadas en Zaragoza, a la obra parroquial de nuestras iglesias ecuato– rianas; y la instalación de dispensarios, no totalmente gratuitos, en cada parroquia capuchina. Que cada convento cargue con el costo de su mal de piedra; y que todos contribuyan al sostenimiento del colegio seráfico y a las necesidades de la provincia de NCA, por el personal que de ella va llegando. El P. Serafm de Tolosa había manifestado, cuando fue provincial, al pach-e Ruperto , que esperaba que algún día se acordara la custodia de las angustias financieras de la provincia; si bien por el momento renunciaba a todo apremio, porque no ignoraba que las habían "pasado negras y moradas", para acomodarse malamente y con grandes privaciones" (4 ). En el acta de visita pondera calurosamente el ministro provincial, Ricardo de Lizaso, las obras materiales realizadas durante los cuatro años de la custodia de Ecuador; "y todo esto sin dejar deudas contra– ídas". Pero "más aún que ese esfuerzo material para levantar las casas de Dios y de la Orden, nos alegra y nos admira vuestro magnífico apostolado en casa y fuera de casa, las numerosas misiones dadas en Ecuador y Colombia, el ministerio solitario y duro, soportado con tanto heroísmo en las difíciles regiones de Gualea, Intag y Mariano Acosta; 169

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz