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Padres de la Provincia... y los Padres no serían recibidos con agrado, como lo serán, de haber salido todos los Padres ecuatorianos del con– vento de Ibarra". Destaca el P. Pascual como singular tiiunfo "el convento de Ibarra y el pago del pasaje para nuestros Padres" (10). En aquél figura la Orden capuchina con personalidad jurídica como "Socie– dad de Menores Capuchinos de Ibarra", cuyo presidente, para los efec– tos civiles, no es otro que el P. Bernardino, que debe continuar en él, por su prestigio ante las autoridades eclesiásticas y civiles, ya que en todo caso solamente los ecuatorianos de nacimiento pueden según ley , ejercer de superiores, guardianes o provinciales. Al convento de Iban-a, ocupado por los hermanos de las Escuelas Cristianas, deberían volver los capuchinos, que conviene sean asimismo ecuatorianos, para evitar campafias adversas. Desde el convento de !barra se atenderá el ministerio en Mariano Acosta y desde el comisaria– to se acudirá a Maldonado. "Hay que advertir -aclara el P. Pascual al Rvmo. P. Dona.to de Welle- que los pueblos Iv'lru:iano Acosta y Maldo– nado son como el fundamento legal de la concesión del Gobierno para que pueda haber Comunidades de Capuchinos en !barra y en Tulcán y más adelante en otras partes. Son pueblos indios a medio civilizar y punto de partida para otros pueblos que están en las mismas condicio– nes" (11). En Tulcán "está todo por hacer, mientras que en !barra existe y se habita un convento que, aunque muy destartalado, está en servicio activo y en buena población, con buen runbiente capuchino, con bien– hechores, etc.". También hay alguna mayor comodidad en Maiiano Acosta que en Maldonado; por eso prefirió el compromiso Ibarra– Mariano Acosta al de Tulcán-Maldonado (12). Con el fin de prevenir toda suspicacia del P. Tomás Briceño preside a todo el acuerdo, que queda sujeto al laudo del padre general, la de– claración del territo1io del Ecuador como parte jurisdicconal del comisai·iato Ecuador-Colombia, "que podrá disponer de él para las fundaciones que creyere convenientes" (base lra.). Aunque el pueblo con su obispo estén esperando a los nuevos expediciona1ios como especial don de Dios, no será bueno que sueñen con algún paraíso terrenal. " La situación económica, deplorable, la política inestable... muy baja su moneda (un dólar USAS 18 sucres), la predicación no se paga; el estipendio de misas, 3 sucres (tienen casi siempre), la vida es barata ... Les espera una vida pobre y de sacrificio ; pero harán mucho bien" (P . Pascual a P. Ignacio). "Como los colombianos no tienen interés en el Ecuador -puntualiza en su comunicado al definidor general- creo que andando el tiempo 98
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