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Al\IOR DE SAN FRANCISCO A LA POBREZA 95 nas. Y aunque era comerciante, tenía la cualidad, muy impropia de mercaderes, de repartir el dinero a manos llenas (2). Sólo una vez, estando precisamente muy ocupado en su tienda de paños, despidió a un pobre que le pedía limosna por amor de Dios. Pero apenas lo había hecho cuando tocado de la divina gracia se acusó de haber cometido una gran descortesía y dijo: "Si aquel pobre te hubiera pedido algo en nombre de un gran conde o barón, segura– mente se lo hubieras dado; pues ¿cuánto más debieras haberlo hecho por el Rey de reyes y Señor de todos?" ( 3 ). La profunda fe de Francisco ve ya en el pobre al enviado del Altísimo, y su caballe– rosidad siente como un comportamiento descortés el no haber dado a ese embajador la preferencia sobre la nobleza del país y no haberlo recibido con honores reales. Espoleado con esta consideración, corrió Francisco en pos del pobre a quien había despedido, y cuando lo hubo alcanzado lo colmó de ricos presentes, y prometió no negar en adelante cosa alguna que se le pidiera por amor de Dios, promesa que mantuvo inquebrantablemente hasta la muerte y por la cual mereció el riquísimo tesoro del amor y gracia de Dios ( 4 ). La gracia mayor consistió sin duda en que cada vez más fué haciendo cuestión propia la causa de los pobres y comenzó a pretender a la pobreza como el más rico tesoro. Cierto día, como sucedía con fre– cuencia, reunió de nuevo a sus amigos en un opíparo banquete. Des– pués, mientras recorrían cantando la ciudad de Asís, acompañados de Francisco como rey de la juventud, fué éste visitado por la bondad del Señor. Paróse de pronto como hechizado y fué inundado de tal suavidad de espíritu, que ya nada oía ni sentía. Cuando volvió en sí, sus compañeros le preguntaron bromeando: "¿En qué estabas pen– sando que no nos seguías? ¿Pensabas acaso en tomar esposa?" "Sí, habéis acertado, respondió Francisco vivamente emocionado; pensaba tomar esposa, una esposa la más noble, más rica y más hermosa que ( 2 ) "Erat tamen quasi naturaliter curialis in moribus et in verbis iuxta cordis sui proposimm.. . A quibus virmmm namralium gradibus ad hanc provectus est gratiam, ut diceret ad se ipsum conversus: ex quo largus et curialis es apud homines, a quibus nihil recipies, nisi favorem transitorium et inanem, iusmm est, ut propter Deum, qui largissimus est in retribuendo, pauperibus sis curialis et largus. Libenter igitur ex tune videbat pauperes, tribuens eis eleemosynas affluenter. Et licet esset mercator, erat vanissimus opulentiae saecularis." Tres Socii, n. 3. (3) "Cum autem quadam die in apotheca, ubi pannos vendebat, circa huius– modi esset sollicitus, venit quidam pauper ad eum petens eleemosynam amore Dei. Cumque. . . illi eleemosynam denegasset, divina prospecms gratia seipsum arguit magnae rusticitatis dicens: Si pro magno comite vel barone pauper ille a te aliquid posmlasset, certe posmlamm sibi dedisses: cuanto ergo magis pro rege regum et omnium Domino id facere debuisti?" Tres Socii, n. 3. (4) S. BoNAV., c. 1, n. l.

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