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440 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS Santo con sus compañeros siguió su camino, lleno de gozo y dando gracias a Dios, a quien todas las criaturas reverencian humildemente a su manera. Y en la simplicidad de su corazón comenzó a reprenderse y acusarse de negligencia, por no haber predicado antes a las aves. Y desde aquel día, a todos los pájaros, a todos los animales y a todos los reptiles y hasta a las criaturas inanimadas convidaba fervorosamente a bendecir y amar a Dios ( 68 ). "Laudans laudare monuit, Laus illi semper affuit, Laus, inquam, Salvatoris; Invitar aves, bestias, Et creaturas alias Ad laudem conditoris" (69). Por fin cuando sus ojos quedaron casi del todo ciegos para ver las bellezas del mundo exterior, su piadosa consideración de la naturaleza vino a ser aún más interior, más beatífica, más ardorosa. Recordaba los innumerables beneficios y consuelos que durante su vida había reci– bido de las criaturas, viéndose su alma dominada de júbilo y de agra– decimiento. Entonces pulsó todas las cuerdas de su corazón de poeta y cantó "las laudes del Señor por sus criaturas", para que todo el mundo fuera incitado a bendecir a Dios y todos los hombres alabasen al Creador en las criaturas ( 7 º). Así como su piadoso sentimiento de la naturaleza partía siempre de Dios y volvía a Dios, así también ahora ante todo se postra en el polvo delante de Dios y confiesa su infinita Majestad y la propia indignidad. Después levanta los ojos de su espíritu al magnífico sol, porque él es más bello y beneficioso que todas las demás criaturas, y porque es el retrato de nuestro Señor, cuyo rostro brilla como el sol ( 71 ) y el cual se llama a sí mismo Sol de justicia ( 72 ). A una con él la hermana luna y las hermanas estrellas pregonan la bondad y la grandeza de Eterno. Y el viento y la tormenta y las nubes y el aire, cuán benéficos se muestran para con sus hermanos en los espacios celestes y por todo el mundo; con qué voz tan poderosa entonan las alabanzas de Dios por las esferas infinitas. Y la hermana agua, tan útil (68) Jbíd., I, n. 58. (69) IuuAN. A SPIRA, ibíd., 122. (70) "Et propter multas consolationes, quas habuit et habebat in creaturis, parum ante obitum suum composuit quasdam Laudes Domini de creaturis suis ad incitandum corda audientium ad laudem Dei et ut ipse Dominus in creaturis suis ab hominibus laudaretur." Spec. perf., c. 118. "Laudes de creaturis tune quasdam composuit, et eas utcumque ad Creatoren laudandum accendit." THoM. CEL. II, n. 213. (71) MAT., XVII, 2. (12) MAT., IV, 2.

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