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434 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS Cristo se llamó "luz del mundo" ( 3G). Y también dijo: "Fueg~ he venido a echar sobre la tierra; y ¿qué quiero sino que se encien– da?" ( 36 ). Aun fuera de eso el fuego y la luz son tan bellas y tan útiles, que reflejan clarísimamente la hermosura y generosidad de Dios. Por eso amaba Francisco a la luz y al fuego más que a todas las restantes cosas inanimadas, no queriendo nunca impedir su actividad ( 37 ). Nunca apagaba una antorcha, una lámpara o un cirio, porque su mano no quería destruir aquel resplandor, que es un símbolo de la eterna Luz ( 38 ). Estando un día sentado junto al hogar prendió el fuego en sus vestidos. Un Fraile se apresuró a apagar la llama, pero Francisco le dijo: "Carísimo hermano, no hagas mal al hermano fuego." Tam– poco permitía que se lanzaran los tizones o trozos de leña a medio quemar, antes quería que con cuidado fueran puestos en el suelo por respeto a aquel cuyas criaturas eran ( 39 ). Cristo se llamó a sí mismo "el agua viva, fuente de agua que salta a la vida eterna", hizo del agua el símbolo de la purificación espiritual y por su medio instituyó el santo bautismo. Por eso el Santo la estimaba sumamente después del fuego ( 4 º). Cuando lavaba sus manos, lo hacía en sitio donde el agua al correr no pudiera ser pisada por nadie ( 41 ). Cristo en la Sagrada Escritura es llamado roca ( 42 ). Esto recordaba Francisco siempre que caminaba sobre piedras, por lo cual en atención a su Señor pisaba sobre ellas lo más suavemente posible. Cuando había de rezar el versículo del Salmo que dice: "me has levantado sobre una roca" ( 43 ), leía él respetuosamente "me has levantado bajo mis pies", pues no quería levantarse sobre la piedra, que era para él un símbolo del Salvador ( 44 ). Cristo murió en el madero de la Cruz v ha dicho en la Escritura: · "Un árbol tiene esperanza; cortado, puede reverdecer, puede tener (35) loAN., VIII, 12. (36) Luc., XII, 49. (37) "Inter omncs creaturas inferiores et insensibiles singulariter afficiebatur ad ignem propter pulchritudinem et urilitatem eius, proptcr quod nunquam voluit illius officius impedire." Spec. perf., c. 119. (38) "Parcir lucernis, lampadibus et candelis, nolens sua manu deturbare ful– gorem, qui nutus esset lucis aeternae." THOM. CEL. II, n. 165. (ªº) Spec. perf., ibíd. (40) "Post ignem singulariter diligebat aquam, per quam figuratur sancta poenitentia et tribulatio, quibus sordes animae abluunrur, et quia prima ablutio animae fit per aquam baptismi." Spec. perf., c. 218. ( 41) Ibídem. (42) I Cor., X, 4. (43) Ps. LX, 3. (44) "Super petras ambular reverenter, eius intuitu qui dicitur petra. Cum opus esset versículo: In petra exaltasti me; ut reverentius aliquid diceret, sub– tus pedes, inquit, exaltasti me." THoM. CEL. lbíd.

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