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LA PIEDAD DE SAN FRANCISCO 425 Tu es rex 01mzipotens, tu Pater sancte, rex caeli et terrae. Tu es trinus et unus Dominus Deus, omne bonum. Tu es bonus, omne bonum, sum– mum bonum, Dmninus Deus, vivus et verus. Tu es caritas, amor. Tu es sapientia. Tu es bumilitas. Tu es patientia. Tu es securitas. Tu es quietas. Tu es gaudium et laetitia. Tu es iustitia et temperantia. Tu es omnia divitia ad sufficien- tiam. Tu es pulchritudo. Tu es mansuetudo. Tu es protector. Tu es custos et defensor. Tu es fortitudo. Tu es refrigerium. Tu es spes nostra. Tu es fides nostra. Tu es magna dulcedo nostra. Tu es vita aeterna nostra, magnus et admirabilis Dominus, Deus omni– potens, 111isericors Salvator." Tú eres rey omnipotente, Tú Padre Santo, Rey del cielo y de la tierra. Tú Señor Dios uno y trino, todo bien. Tú eres el bien, todo el bien, sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero. Tú eres caridad, amor. Tú eres sabiduría. Tú eres humildad. Tú eres paciencia. Tú eres seguridad. Tú eres descanso. Tú eres gozo y alegría. Tú eres justicia y templanza. Tú eres riqueza que a todos basta. Tú eres hermosura. Tú eres mansedumbre. Tú eres protector. Tú eres custodio y defensor. Tú eres fortaleza. Tú eres refrigerio. Tú eres nuestra esperanza. Tú eres nuestra fe. Tú eres nuestra grande dulzura. Tú eres nuestra vida eterna, Señor grande y admirable, Dios T odopode– roso, Salvador misericordioso (152). Francisco no cesó de cantar estas "Laudes de Dios" ni aún cuando sus sufrimientos corporales llegaron a ser casi intolerables. Al con– trario, su espíritu estaba cada vez más entregado a Dios, más unido con Dios, más alegre en Dios. En los últimos días de su vida cantaba ( 152 ) Estas Laudes Dei se hallan en una hoja, que el Santo entregó a Fr. León. Fr. León añadió esta advertencia: "Dos años antes de su muerte el bienaven– turado Francisco observó en el monte Alvernia en honor de la bienaventurada Virgen María y del bienaventurado Arcángel San Miguel un ayuno de cuarenta días, desde la fiesta de la Asunción de la bienaventurada Virgen y Madre de Dios María hasta la fiesta de San Miguel de Septiembre. Y la mano del Señor se manifestó sobre él: y por causa de la aparición y alocución del Serafín y porque recibió en su cuerpo las llagas de Cristo, compuso esas Laudes, que están en esta misma hoja, y las escribió de su propia mano, dando gracias al Señor por el favor que le había sido concedido." Esta preciosa hoja, que tam– bién contiene la Bendición de San Francisco a Fr. León, se conserva todavía en un relicario del Sacro Convento de Asís. El texto ha sufrido algo, porque Fray León, conforme al deseo del Santo, trajo consigo la hoja durante toda su vida. Murió en 1271. Darnos las Laudes de Dios según la reconstrucción de FALocr-PuLIGNANr, Gli autografi di S. Francesco, en: Miscellanea francescana, vol., VI, 35 s. Cfr. LEMMENs, Opuse., 198, y THoM. CEL. II, 49.
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