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LA HUMILDAD FRANCISCANA 189 sumisos, de menos pretensiones, más pequeños que las demás órdenes y los demás religiosos. II. Pero en especial Francisco estaba sin cesar empeñado en humi– llarse a sí mismo en ser el más pequeño, el más mínimo, el menor. En verdad que no era ésta la tendencia de la época. En su tiempo todo era deshacerse a porfía por darse aíres y hacer oscentaci6n de gran– deza. Los príncipes despreciaban a la nobleza, la nobleza a los ciuda– danos, los ciudadanos a Ja, gente del campo,· y ésta a los siervos, consi– derando a los otros por menores, más mezquinos, más bajos y más inúti– les. Por su parte las clases más bajas ·de la sociedad se erguían sobre las puntas de sus pies para remontarse hacia arriba, empleando todos los medios lícitos o ilícitos, para convertirse los siervos en labradores libres, los trabajadores del campo en ciudadanos; los ciudadanos en no– bles, y los pequeños señores en poderosos de la tierra. También Fran– cisco, medio ciudadano medio noble de nacimiento, ardía en deseos de brillar como rey de 1n juventud de su ciudad natal y de remontarse lo más pronto posible al estado de caballero y de noble. Y ahora jqué mudanza! Desde el día.de su conversión todo su gozo es ser la burla de grandes y pequeños y asociarse a las gentes más ba– jas y despreciadas, y "mostrarse sumiso a todos" corno asegura el Anó– nimo de Perusa ( 3 ii). Él mismo más tarde podrá atestiguar de sí y de sus primeros discípulos: "éramos sencillos y obedientes a todos" ( 30 ) . Verdad es que ahora pertenecía a la clase y estado del clero; pero también aquí deseaba él ocupar con sus Frailes el más bajo y ultimo lugar. "A todos los clérigos y a todos]os.religiosos debemos considerar como señores en todas las cosas que miran a. la salvación del alma" ( 37 ); tal era su máxima, a la cual permaneció tan fiel hasta su muerte, que aun en su Testamento declaró: "A ellos (a los sacerdotes pobres de este mundo) quiero temer y amar y honrar como a mis señores" ( 38 ). En su afán de conservar esta sumisión para ·con clérigos y legos, añadió: "Mando firmemente a todos mis Frailes que donde quiera que estén no osen demandar letra alguna en la Curia Romana por sí o por interpósita persona ni para iglesia ni para otro lugar ni con pretexto de (36) "Universis dcnique se subdimm exhibebat." ANONYM. PE.aus., n. 37. Tres Socii, n. 57. · ( 36 ) "Et eramos idiotae et subditi omnibus," ·Testa111ent.; Opuse., ed. LEM– MENS, 79; BOEHMJ:R, 37. (37) "Et omnes clericos et omnes religiosos habeamus pro dominis in his, quac spectant ad salutem animac." Regula, I, c. 19; Opuse., ed. LEMMENs, 49; Bm:HMER, 18. (8 8 ) "Et ipsos (pauperculos sacerdotes huius saeculi) et omnes alios volo rimere, amare et honorare sicut mcos dominos." Testmnent.; Opuse., ed. LEM– Ml':Ns, 78; IloEHMER, 36.
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