BCCCAP000000000000000000000206

f ( 144 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS i este mundo y de los cuidados de esta vida. Por eso ninguno 11 de los J Frailes, dondequiera que esté o adonde quiera que vaya, eve en ;i ;¡.-· modo alguno dinero o lo reciba o haga recibir ni para vestidos ni para ~;. libros ni como salario de algún trabajo, ni por cualquier otro motivo, i: excepto en un manifiesto caso de necesidad para los Frailes enfermos, ~. pues no debemos aprovechamos ni apreciar el dinero y la pecunia ~ más que las piedras. Nosotros, pues, que hemos dejado todas las cosas, ~ guardémonos de perder el cielo por tan poca cosa. Y si algunos lo ¡· apetecen y reputan más que las piedras, es que el demonio quiere cegarlos. Y si en alguna parte encontráremos dineros, no cuidemos ¡: de ellos más que del polvo, que pisamos con nuestros pies, porque f . vanidad de vanidades y todo vanidad. Y si acaso ocurriera, lo que t Dios no permita, que algún Fraile recogiera o tuviera dinero o pecu– nia, excepto en el caso ya dicho de necesidad de Frailes enfermos, ~.'.••. todos los Frailes lo consideren por falso Fraile y ladrón y por uno ; que tiene bolsa de dinero, a no ser que haga sincera penitencia. Y los ~; Frailes en modo alguno reciban dinero ni · lo hagan recibir, ni lo busquen, ni lo hagan buscar ni como limosna ni para algunas casas i, o lugares, ni vayan acompañando a nadie que ande recogiendo dineros ¡_:··· o pecunia para tales lugares. Pero los Frailes pueden hacer con la bendición de Dios otros servicios que no sean contrarios a nuestra l vida. Con todo, en manifiesta necesidad de los leprosos pueden los f.· Frailes recoger limosnas para ellos. Pero guárdense mucho del dinero. f.:.:_·. Asimismo guárdense los Frailes de andar vagando por el mundo por ;.•.·.·. una sórdida ganancia" ( 18 ). ~. Como se ve, Francisco mantiene en pie en toda su extensión la f prohibición del dinero, "excepto en caso de necesidad para los Frailes f enfermos". En este caso pueden los Frailes recibir dinero para el ,: enfermo. El mismo servicio caritativo pueden prestar en caso de nece- f• sidad a los leprosos, pero al hacerlo deben guardarse de recoger dinero i para sí mismos. ·' Dos años más tarde Francisco repite en la Regla definitiva la pro- !: hibici6n del dinero, diciendo: "Yo mando firmemente a todos los f Frailes que en ninguna manera reciban dineros o pecunia por sí o por i interpuesta persona. Mas para las necesidades de los enfermos y para ;·, vestir los Frailes, por medio de amigos espirituales los Ministros sola- ¡ mente y los Custodios tengan solícito cuidado según los lugares y k tiempos y frías regiones así como la necesidad vieren que lo demanda, r.> aquello siempre salvo, que coq¡o dicho es no reciban dineros ni l pecunia" {1 9 ). i' A primera vista salta a ]os ojos que ahora queda prohibido recibir ¡: (18) Regula I, c. 8; Opuse., LEMMENs, 35; IlornMER, 8 s. (111) Regula II, c. 4; Opuse., LEMMENs, (j]; IloEHMER, 31 s. t ,. r ~- m ~ ~;

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz