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EL IDEAL DE POBREZA DE SAN FRANCISCO 137 día iba haciéndose más evidente" cuán verdadero había sido el pre– sentimiento de Francisco. Para confundir con su ejemplo esas transgresiones de la pobreza, el Poverello se contentó durante toda su vida con un solo hábito y la cuerda y los paños menores ( 118 ). Al hábito mismo le cosió por encima un saco áspero y mandó que también su hábito mortuorio fuese cubierto de un vil saco ( 1111 ). En la hora de la muerte se hizo poner en el suelo y desnudar de su hábito de saco. Su Guardián adivinó el deseo del moribundo pobre y le presentó al momento otro hábito con paños menores y una capilla hecha de paño de saco, fa cual le era necesaria a consecuencia de la operación que poco antes le habían hecho en los ojos. Ydijo almo– ribundo: "Sabe que esta túnica con los paños menores y la capilla te son prestados en nombre de la santa obediencia. Y para que reco– nozcas que no tienes sobre ellos ningún derecho de propiedad, te niego el penniso de darlos a otro." Alegróse con esto el Santo y saltó de júbilo su corazón, viendo que había guardado fidelidad a la po– breza hasta el fin (120). Este es el verdadero ideal de pobreza de San Francisco: renucia total a toda posesión, la mayor limitación posible en el uso. La renuncia a toda posesión terrena es exigida por Francisco de una manera incon– dicional, absoluta; nunca jamás podrá armonizarse con su ideal de po– breza el que la Orden posea algo como propio ya individualmente o ya en común. Pero la restricción en el uso de las cosas temporales de– penderá naturalmente de las circunstancias en que viven y despliegan su actividad cada franciscano en particular y toda la Orden; según las múltiples e inevitables necesidades hubo en este punto una evolución ya en vida de Francisco, y en tiempo sucesivos. Muchos Frailes, habiendo perdido de vista una de estas dos estrellas dírectivas de la práctica de la pobreza franciscana, encendieron en los siglos xm y xxv aquella infausta lucha acerca de la pobreza ( 121 ), lucha (118) "Revera ipse a principio religionis usque ad mortem tunica sola, corda et fcmoralibus divcs, nihil aliud l1abuit. lndicabat eius habitus pauper, ubi suas dividas aggregaret." TuoM. CEL, U, n. 55. (110) "Ut tales suo exemplo confunderet, super tunicam propriam rudem consuit saccum; in mone etinm exsequialem tunícam vili sacco petiit operiri." lbidem, n. 69. (120) THOM. GEL. U, n. 214. (121) Con razón hace notar A. HARNACK: "Sabido es, que en la historia de los siglos XIII y XIV In pobreza fué el gran tema y que sobre ella se disputó con tanta pertinacia y pasión, corno en los siglos rv y vi sobre las naturalezas de Cristo." Dagmengerchichte, III, P ed., Friburgo de Brisgovia, 1897, 388. Cfr. BALnIASA.R, Gescbichte des- Armutsrtreites im Franzirkanerarden bis zuvt Kanzil von Viemze, Münster, 1911.

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