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DESPOSORIO CAUALLERESCO done: "Hasta ahora os he llamado a vos padre sobre la tierra; pero ele hoy más podré decir lleno de confianza: "Padre nuestro, que estás en los cielos. En Él he depositado todos mis tesoros y puesto toda mi esperanza. De hoy en adelante quiero servir al Señor". El obispo, que no podía ocultar su asombro, estrechó a Francisco entre sus brazos y lo cubrió con su manto. Todos los presentes llora– ban de emoción. Sólo Bernardone, fuera de sí de rabia v ele dolor, recogió precipitadamente el dinero y los vestidos y se es~abulló. Un grito ele indignación corrió por la muchedumbre al ver que no dejaba ni lo indispensable para que Francisco pudiera cubrir su desnudez (17). Este suceso ocurrió algo antes ele la primavera ele t207 (18). Francisco contaba a la sazón veinticinco años. Esta fué su renuncia definitiva a tocio lo terreno, su místico des– posorio con la esposa Pobreza, por quien tan ardientemente había suspirado a imitación ele su Señor y Salvador crucificado, a quien había conquistado con su propia sangre en lucha caballeresca. No es posible describirlo mejor que con aquellos inmortales versos de Dante (r9): Joven aún, '.!'ª riíie con su padre por la m1tjer a quien, como a la muerte, nadi.e con gusto sncle abrir la puerta. Y ante la corte espfritual con ella se desposó por siempre corarn patre, 3 1 su amor cada día fué más fuerte. Ella, pri7;ada del primer marido, mil cien aiios y más estuvo oculta, sin ningún pretendfrnte, despreciada, hasta qu.e éste ltegó para pedirla. (17) Ce/. I, 13-15; Socii, 19-20; Bonai•., 2, 4. (B. A. C., 294-295, 808, 533-534.) (18) En todo caso, entre el 22 de febrero y el 19 de marzo. - Y éase, sobre esta fecha, las detalladas investigaciones del P. Do11rnrcus MANDIÓ, De legisla– tionc antiqua O. FF. Minorum, I, Mostar, 1923, 4-19. (19) Diz•ina Comedia, Paraíso, XI, 58-66.