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110 Et CABALLERO DE CRISTO FRANCISCO DE ASÍS sea la de San Benito, o la ele San Agustín, o la de San Bernardo, ni me propongáis otra camino o manera de vida distinta de la que el Seflor en su misericordia me ha mostrado y prescrito". Hasta en su lecho de muerte exhortó a sus frailes a guardar fielmente la pobreza, prefiriendo el Evangelio a todas las demás reglas monásticas (31). En gracia a su pobreza Francisco se llamaba a sí mismo y a sus com– pañeros, sin más, "varones evangélicos" (32). Incluso los extraños a la Orden juzgaban así. "Quiere vivir según la forma del santo Evangelio" - anunció el Cardenal Juan de San Pablo al Papa Inocencio III (33). El famoso príncipe de la Iglesia e historiador J acobo de Vitry, que conoció muy de cerca a Francisco y a sus frailes en 1216 en Italia y en 1219 en Oriente, da el siguiente testimonio (34): "Esta es verdaderamente la religión de los pobres del Crucificado, la Orden de esos predicadores que se llaman Frailes Menores. Son en verdad frailes menores y aventajados en humildad a todos los regulares de nuestro tiempo por su vestido y desnudez y desprecio del mundo ... Tanto se afanan por renovar la pobreza y humildad de la Iglesia primitiva y por sacar las puras aguas de la fuente evangélica en la sed y ardor del espíritu, que, siguiendo no sólo los preceptos sino también los consejos del Evangelio procuran imitar con la mayor exactitud la vida apostólica, renunciando a toda su ha– cienda, negándose a sí mismos y siguiendo desnudos al Salvador des– nudo". Con eso queda ya apuntado que la vida de pobreza, tal como la practicaba Francisco inspirado por Dios, encerraba en sí también la más alta perfección del Evangelio. Pues al abrir el libro de los Evan– gelios había oído de boca del Señor la ley fundamental de la perfec– ción: "Si quieres ser perfecto, ve, vende cuanto posees y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo" (Mt. 19, 21). Abrazó esta palabra del Señor con profunda simplicidad de corazón y con vivo sentimiento del ánimo. Acerca de Bemardo de Quintavalle, que se le juntó poco después, dijo el Santo más tarde (35): "El primer fraile dos recién nacidos institutos de Meudicantes: lus Frailes Menores y los Predi– cadores: Cel. II, 150; Spec. perf., c. 43.-Véase también la tradición de los Dominicos en GERARD. A FRACHETO, Vitae Fratrum, ed. RErCHERT, Lovaina, r8g6, ro sig. (3r) Ce!. II, 216. (B. A. C., 514.) (32) Socii, sr. (B. A. C., 826.) (33) Socii, 48. (B. A. C., 824.) (34) lACOBI VITRIACENsrs, H·istoria Orienta/is, lib, 2, cap. 32, en BOEIU!ER, A11alekteii, ro2. (35) Spec, perf.. c. 107, (B. A. C, 775.)

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