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EN LA ARAUC ANÍA 184>,-} 859 Sur · de la Araucanía; -propiamente -dicha, qued ándose e'llos al Norte y sirviendo de deslinde el río Cautín. En consecuencia, el P. Prefecto Capuch ino tomó baj o su ·inmediata jurisdicción las estac.iones de misión de Val– divia, S. José de la Mariquina, Quinchilca , Río Bu e1➔0, Daglipugli , Quilacahuin. Coyunco, S. Juan de la Costa , Pilmaychen y Trumagh. La mayor parte de estas misiones habían sido muchas veces arruinadas, por las continuas irrupciones de los indios: sin embargo, büeno es hacer constar q ue , g ra– cias al celo franciscano ejercido con tanto éxito después de la expulsión de los Jesuítas , las poblaciones y a ún t ri– bus enteras, donde estaban Tadicadas .casi todas, eran en su ma yor parte cristianas, siendo los indígenas -cri s tia– nos un total de 2 0,000 mezclados con otros tantos e::u– ropeos á quienes los indios llaman espafioles indistinta – mente ( I ) ; pero dispersos por el territorio encargado á los Capuchinos había como 4 0,000 in fie les apro:-;:ima– damente. En los últimos días de Enero r 849 , dice el P. Lon igo , « estábamos ya todos en nuestros puestos • ( 2) el mismo P. Prefecto eligió para su residencia circunstancial la Mision de S. José de la Mariquina encomendada al P. Adeoda to de Bolonia. Según el procedimiento establecido por la Sagrada Cong regación de Propaga,(da Fide, las misiones se entre- (1) Téngase presen te la advertencia hecha en este lugar 1mr:1 poder entender bien las al usiones á espaiíoles hechas en las memu– rias originales que citaremos en el curso de esta historia: espailoles son para los araucanos todos los extranjeros: á los chilenos ·ua111nn huincas. (2) L'Arnucanía. c. I, Púg. :34.