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76 MISIONES DE LOS PP. CAPUCHINO!; Surgieron algunas dificultades por las condiciones que el .Rmo. P. Procurador expuso á la Sagrada Congregación de P ropagmtda Fide, que no admitió luego eI se111:,1· Ira:rráza.val , en particular la de que los i\'Iisioneros Capuchinos deberían estar sujetos inmediatamente á un Superior nombrado por la misma Sagrada Congre– gación: pero gracias á la buena y leal ,·olun tad de ambas partes quedó por fin pactado el convenio siguiente: «El abajo fir~ado , Enviado Extraordinario y :.\Iinistro Plenipotenciario de la Rep ública de Chile ante la Santa Sede á nombre de su Gobierno, ele la una parte y el Pro– curador General de la Orden Re ligiosa de ::\Ienores Ca– puchinos, de la otra, hemos convenido en lo siguiente: 1 .º Que vayan á Chile doce religiosos ele la Orden Capuchina ordenados en grados superiores, de ,·irtud sólida, de ,·erdadera vocación, y de otras cualidades (de las cuales hemos hablado los abaj o firmados) necesarias para el perfecto cumplimiento y piadoso objeto de dedi– carse como Misioneros á la conversión de las tribus in -– dígenas, que pueblan parte del territorio de dicha Re– pública. 2. º Que el Gobierno de Chile se encargue de los g-as– tos de viaje de cada uno de los Misione ros desde que sale de su Convento, hasta que llegue al pun to en el que deberá prestar sus servicios en Chile: y que pague igualmente á cada uno desde que comienza á ejercer sus funciones, la suma de veintinueve escudos (ó pesos chile– nos) al mes, sin contar las utilidades ó premios que me– rezcan y se den á los sacerdotes (según el juicio del Go– bierno de Chile) por su buena conducta, celo y asiduidad en el cumplimiento de sus deberes . 3. º Que éstos de su parte estén obligados á servir