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M-9 te_, ~a .Prefectu~a y la Custodia en estas Rep,úbli_ca~, pue: d<;!,11 contarse entre las más privil~giadas por· y'.ocaciqnes ;1 si~e;docio _y ;¡ ~l~ustro: ·esperaf!10s, pues, que la .co– !riente_:de v:ida y de :celo_ estableci.da ya, co_11_tin~e fl.!.t– yendo y secundando la sabia economía de los_planes de . ' - ,._ - - Dios, que exige de sus mejp res amigos ei s~~rificio d!Z las más caras afecciones de pat_ria y familia, para reu– nirlos á la gran familia de los hijos de la luz, dispersos por el mundo todo. Cuando la impiedad, guiada por un plan internacional e.le propaganda, invade todas las fronteras , serí1 error imperdonable de táctica ponérselas al celo apostólico, empeñándose en propagar la verdad y el bien dentro de los estrechos límites de las nacionalidades ; el que predica en nombre de Dios, habla un lenguaje esencial– mente universal, y debe de tener la sublime ambición de hacerse escuchar por toda la tierra . Siendo pues los hijos de San Francisco apóstoles por razón de su estado, no deben contentarse con menos que co11 ganar para el Divino Amigo del Serafín de Alvernia tod1s las almas, sin distinción ele razas ni de pueblos; y cuando el suave impulso de la obediencia, ó el huraca– nado ímpetu de sañuda persecución de los poderes de la tierra, les hagan transponer las fronteras ele su patria, emigrarán gustosos á países donde los demás hombres van en busca de riquezas; sabrán dejar por el cielo un suelo que los negociantes dejan por el oro. Si estas páginas, donde por vez primera he ensayado mi torpe pluma, consiguieran inspirar tan levantados pen– samientos á mis querirlos jóvenes y hermanos religiosos ,