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· E::- CHILE Y ARGENTINA -J.1 Bulas de i~~stitución según era costnmbre en Chile desde los tiempos de la Colonia. Pero como por la Bula « Romanus Pontifex >, de 1 g, 3 la Santa Sede había condenado esta prártica abusiva excomulgando á los eclesiásticos que se prestaran á ser así los instrumentos de la autoridad civil, el seii.or Taforr> no se atrevió á complacer al Gobierno y se excusó com,: pudo, ni el C~obierno se atrevió á forzarlo para ello. Qued,) p11es de derecho y de hecho en el gobierno de la Diócesis, el sel'ior Larraín Gandarillas, quien resuelta– rnente comenzó á ejercer sus funciones sin contar con la autoridad ni consentimiento del poder ci,·il, el cual aun- protestó no se creyó seguro de su derecho de Pa– tronato, sino que buscó una honrosa retirada. jJientras tanto se activaba en Roma la elecciun sel'ior Tafor6 por el Ministro Plenipotenciario en Francia señor Blest Gana, delegado expresamente ante la Cortt: Pontificia para dicho objeto. Como la presentación se había hecho incorrectamentt no se avanzaba un.paso, y por fin el presentado fm: de– finitivamente rechazado en t 879. :das apenas subió al poder el sei'íor Don Domingti Santa María, volvió á insistir con más apremios; de nue– vo fué rechazada la pretensión por nuevas informacio– nes llevadas á cabo con el único fin de complacer al Go bierno de Chile: el mismo Ldn XIII, escribió una atenta y cariñosa carta al Presidente comunicándole que su con– ciencia no le permitía accederá su petición; pero el sefior Santa lVlaría, por toda respuesta, envió sus pac;aportr~s al delegado de la Santa Sede en Chile, :\Ions. Del Frau~, rompiendo bruscamente las relaciones con el Papa; y Ctiando el señor Blest Gana se retiró de Roma poniendo