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LA EfüKAL·ECHEA :SD9-1911 527 conferencias con el subsecretario ele la Comisi ón y prin– cipal propulsor de cuanto se hacía y se ha hecho en Lla– vallol Sr. don Juan S. Jaca. No estaban sin embargo tan orientados sus intentos como convenía para que ]a Orden adquiriera un compromiso formal; y careciendo esta además, por él momento, de personal suficiente con qué acudirá la delicada labor que se proyectaba, el Pa– dre Provincial aplazó tomar una determinación, hasta su regreso á Espai'ía, esperando que entretanto los mag– níficos ideales de la colonia vascongada irían describien– do con claridad sus contornos, y precisando la parte que deberían tomar los Capuchinos en la E?tska!-Ec!tea. En este estado se encontraban las cosas, cuando don Pedro Albélitero, vocal cle la Comisión, se ausentó para Baztán (Na barra), como dij imos arriba. Preocupado como se hallaba por el delicado asunto que se le había encomendado, de buscar una Congre– gació 11 religiosa baskongada docente: y habiendo tenido ocasión de apreciar personalmente el grado de prosperi– dad que había adquirido el Colegio de Lecároz (Baztán) fundado por el Rvrno. P. Joaquín de Llevaneras, creyó que ninguno mejor que él podría hacerse cargo del cole– gio de nifios vasco-argentinos. Pidióle pues profesores capuchinos de su colegio para la Euskal-Echea, ya que los Superiores de la Provincia de Nabarra-Aragón no se determinaban á aceptar el compromiso; y cuando el P. Llevaneras meditaba el medio de atender tan repe– tidas instancias, decidióse en Roma la incorporación del colegio de Lecároz á la Provincia regul ar de Nabarra, por decreto del Definitorio General de r 907 , que anexio– naba el distrito 1'/u!lius, de que hablamos en el capítu– lo XII de esta historia, á la jurisdicción ordinaria del
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