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526 l\I!SlONl~S Di, r,0~ PP C .cl.PUUH[:S:OS ció n del Iltmo. Sr. don i\.1ariano ,\.ntonio Espinosa , ar– zobispo ele Buenos Aires, y encargóse al Sr. don Pedro Albaitero, vocal de la Comisión Directi\·a. que se ausen– taba para el Baztán ('.'.'ab a.rra), qu e buscara una Congre– gación religiosa de varones vascongados, á quien enco– mendar la dirección del Colegio de nifios en Llavallol. El entusiasmo de la co'. onia bas kongada no decayó, ni se desmint ió su generosidad. El te rreno poco antes bal – dío , se vi ó poblado ele árboles, cruzado por senderos y al eclafios, y animado por la actividad en la cons trucci ón, tomando pronto el aspecto de una colonia campes tre . III. De eómo fu eron IJamados los PP . C11 ¡111 ehi110s Muy á los pr in cipios de laEuska!-Erhca, sus fundad o – r es conoci eron á los PP. Capuchinos de Nabarra, por m.;cli o ele los RR. PP. Franciscanos U . L. quienes, con carifi o fra ternal, apoyaron nuestra misi ó n en las cl ifíci-. les ci rcunstancias que hemos visto . E llos insinuaron á la Comisión directiva la conveniencia ele llamar á los Capuchinos para regentar los cen tros ele inst rucción que se proyectaban. :-\sí fué que en I 90..¡. , el D e fi ní to-. ria Provincial ele :.\'.abarr;:¡ , recibía una oficiosa comuni ca– ci ón con calurosas y un tanto prematuras recomendacio– nes t'il favor ele los proyect•ls, apenas esbozados . Nada se clecidió por el momento, pues to que, es – tando p róximo á pa rtir pa ra la Custodia de Chile-Ar– gentina, en visi ta canón ica , el lVI. R. P . José María de L e:>garcla, Minis tro Provincial, se proponía conocer perso– nalmente y estudiar sobre el te-reno la fundación que. se pedía. Así lo hizo efectivamen te , celebrando detenidas.