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ri2Ü JIISIO!\'lcS DF. J.0 8 PP. CAPUCHINO!< radicada en esta República, rindiendo culto á nuestras venerandas tradiciones y costumbres , que destacan níti– damente con la individualidad de nuestro pueblo, como raza , los deberes sociales y morales que ese mismo ca– rácter étnico impone • . A continuación especifica al gunos de esos deberes, « que se destacan en el carácter euskaro », diciendo: « que intentan redimir de la indigencia á losan – cianos y valetudinari os de origen basko > • . . . . . ,, educar á. los jóvenes huérfanos ... y hacer de ellos ciudadanos la– boriosos, de honradez acrisolada y cultores fieles de las cualidades morales de sus antepasados» .. . y finalment e ... « que propende (l a Sociedad) á que se difunda el caricter representativo de la raza en todo lo que concier:1 e á la vida progresiva de la colectividad. Contando para es ta vasta empresa con el espíritu de solidaridad que auna á la raza baskongada , y con el ambien te generoso del país en que vive, qu e no puede se rl e más propicio ». Declaran después que en la Euskal-Ec!tea caben todos los vascos, cualquiera que sea su nacionalidad , posic ión social y lugar donde estuvieren ubicados. Presupuestos estos fi nes generales, no bien precisa– dos en las frases transcritas, la Comisión directiva con– signa detalladamente los Es tatutos, firma dos en Mayo de I 904, cuyo artículo segundo concreta algún tanto los puntos indicados en los preliminares, dici endo que las tendencias de la Euslr:al-Echea son « establecer y fomen– tar entre los vascongados de las siete proYincias, Ka– barra, Bizkaya, Alaba, Guipuzkoa, Lapurdi, Zuberoa y Benaberre, que residen en la República Argentina y entre sus hijos, vínculos de unión, amistad ·y ayuda moral; y cumplir los deberes de caridad 1 protecci ón y amparo, valiéndose para ello de Asilos, Huerfanatos)

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