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NUEH POlllPEYA 1895 - 1911 y tan bien recibido fué este proyecto que, en los nueve años transcurridos hasta la fecln, se In conseguido, reu– ·nir en aquel día, ante la milagrosa im1gen de la Virgen, -á miles y miles de personas presidida·s siempre por el iltmo. señor Arzobispo ó por el Excmo. sefior lnternun– -cio de Su Santidad en la República Argentina. Además -en el mes de Octubre se solemniza, desde entonces, -cada Domingo con una peregrinación parcial, formada ;po r distintas Congregaciones piadosas estableciúas en Jas iglesias de los Padres Domínicos, Franciscanos y J esuítas y en algunas Parroquias de la capital , conclu– yendo el mes del Rosario con una gran pcregrina- -c1on general como la de Mayo . L:1.s empresas de tran– vías urbanos ponen á disposición de la Comi~ión co – •ches en relativa abundancia, y en proporción á ella t-s siempre el número de peregrinos, que oscila entre -dos y tres mil cada Domingo . Los que hemos presen– •ciado estas solemnes manifestaciones de cariii.o, que los .fieles de Buenos Aires realizan en circunstancias difíci- 1Ies en sí mismas y aún más por la distinguida clase de .personas que en ellas toman parte, creemos que la Virgen de N. Pomptya tiene aseg urado su trono en el .-antiguo Bañado de Flores, y á su vez comprometida ·su omnipotencia suplicante, que cada día se prodiga con más largueza entre los millares ele afligidos que la in– ·voca n en sus tribulaciones. Repetiremos pues lo que al comenzar el artículo ante– Tior anunciábamos: que la solución dolorosa de los con– ·flicto s creados en derredor de la obra de N. Pompeya fu é providencial. Lo cual se confirma aún más por lo que vamos á relatar. H. MISIONES 33