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492 llIJSJONES DE LOS PP. CAPUCH IN OS en los asuntos pend ientes ( r ) organizóse sin pé rdida de tiempo una expedición de cuatro Padres y tres Herma– nos, lo e; cuales, presididos por el R. P. Guillermo Moren– tín , desembarcaban en Buenos Aires el día 24 de Enero de 1902. Bien ven nuestros lectores que la diligencia observada en ta n difíciles circunstancias anduvo á la pa r con la im– periosa necesidad de remediar el mal. YJ. El 51111t1111rio de Nuestra Seiíorn de Nueva Pompeya Muy elevadas debieron poner sus miras los Padres y H e rmanos que, en I 902, llegaron á Buenos Aires; sola – mente en nombre ele Dios y por el cumplimiento de su divina voluntad, expresada e n la de los superiores ma– yores, era posible aborda r los problemas económicos pen · dientes en la obra de N. Pompeya, y afrontar el pesado ambiente de recelos y cargos que rodeaba á sus her– manos. Dificilís imos fueron en efec to sus primeros pasos: el P. Guillermo de Morentín benemé rito misionero en Co– lombia y Ecuador, donde había probado su celo entre fieles é in fie les con las penalidades mate rial es de un clima tropical , pero saturado de respe to y cariño por el háb ito capuchino, no pudo soportar mucho tiempo el enojoso enredo en qu e se vió comprometido, sin más voz de ali ento, qu e la de sus buenos Religiosos, dispu es tos á sa– crificarse. Las intrigas forzaban la en trada del mismo claustro , y el diablo no dejó piedra por mover contra é l. (1) Archirn Pro,·ineial de "Nnrnrrn.-Cnntab ria «Documen tos de R oma ».