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NUEVA PO ~IPF.YA JRfl:-,-J0J I 491 permiso para ir á Roma y tratar con el Rmo. P. Bernar– do de Anderrnatt, Ministro General de la Orden, de un medio ¿ecoroso para desvanecer las malignas calumnias que manchaban el nombre de sus hermanos en Buenos Aires. No era de opini ón que se abandonase la funda– ción de N. Pom1Jeya, ni aún entregándola á otra cual– quiera Congregación religiosa: pues, temía, y no sin fun– damento, que Broggi se afirmara más en su legal inocen– ci·t con la huida de sus contrincantes, tomando de ella ocasión para corroborar las sospechas por él vertidas y casi del todo creídas por el público. Por lo cual propuso y suplicó al Rmo. P. General que la Orden mantuviera aquella fundación, buscando una Provincia española, que quisiera afrontar la situación bochornosa, (que él de buen grado reconocía) pero que esperaba se despejaría ante el sacrificio y trabajos apostólicos de los Capuchinos es– pañoles. El asunto quedó en manos del Rmo. P. Angel M.ª de Villava, Definidor General, el cual, de acuerdo con el P. General, propuso la aceptación de N . Pompe) a al M. R. P. Pedro de Usún, Provincial de Navarra, manifestándole el placer con que en Roma verían, que algunos de sus buenos súbditos se sacrifisaran por el buen nombre de la Orden en la Argentina. Este solo deseo bastó para que el Definitorio provincial ofreciera personal á propósito para el objeto que se proponía, supuesto que se le había insinuado la conveniencia de mantener el col~gio de niños pobres, tan necesario en el barrio obrero, donde los Ca– puchinos Jeberían ejercitar su apostolado. Puestas algu– nas condiciones que evitaran los lazos ya urdidos á sus her– manos de Génova, y previnii:sen nuevas complicaciones

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