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NUEVA POllIPEYA 181:JiJ-19 11 417 sión; lo extraño y verdaderamente inexplicable es, que el P. Alipio no se enterara de ello, ni se percatara de que el convento y capilla ofrecidos y aceptados se habían trasformado maravillosamente . Porque, en efecto, al si– guiente año (1897) el día 5 de Julio, el terreno y los edificios comenzados eran inscritos en el registro de la propieda<l ante el notario Sr. Daría Beccar á nombre de la Orden Capuchina, representada por los PP. Alipio de Alba, Lucas de Brinetti y Celestino de San Colum– bano, por entrega que hizo el Iltmo . Sr. A rzobispo en nombre de la Sra. Mariana Benedit de Casaux. En la escritura de donación se estipulaba, que en el terreno señalado « se construiría una capilla, una iglesia y una escuela ú otro establecimiento de beneficencia ». La capilla era la que, según el folleto << Haced caridad > funcionaba ya en la amplia sacristía detrás del ábside de la iglesia en construcción; y la escuela tenía también r 70 r1iños; de modo que legal y materialmente estaba deter – minada la obligación que los PP. aceptaban, sin hacer la más mínima indicación de los suntuosos proyectos, anun– ciados por Broggi. En vista de lo cual preguntamos asombrados : ¿cómo es posible que los Padres Capuchi – nos se contentaran con aquella vaguedad de concep tos en el contrato por el que acep taban la propiedad y los compromisos ... ¿quién respondía de las pomposas pro– mesas hechas al público, según las cuales, la iglesi"ta de la carta del I 6 de Abril de r 896, se había convertido en una basílica monumental con sus vidrieras de Munich, suntuoso altar ele má rmol ele Carrara_, pavi,nento de mo– saico y altares lujosos, cuya construcción se pedía á fa– milias poderosas :~ ... ¿cómo edificarían su convento los PP. Capuchinos obligados á levantar un grandioso ecli-