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LA REPlTBLICA. ARGENTINA. 461 tia] Princesa su bastón de mando, y proclamándola Gc– lh"ra!a de sus ejérci tos ( I ). Conforme á estos sentimientos religiosos de los Pa– dres de la patria argentina, la Constitución política de 1S 53 tiene un sabor marcadamente cristiano, á pesar de los principios liberales que la informan, y que han ido acentuándose con el trascurso del tiempo. Comienza in– ,·ocando la protección de Dios, • fuente de toda ra zón y justicia ». El art. 2 . 0 asegura que el Gobierno Federal sostiene el culto ca tólico )) . El art. 76 exige, como con– d ici ón i'1clispe nsable del ciudadano que ha de ser elegido Presidente de la República « pertenecer á la comuni ón ca tólica , apostólica, romana ,) ; y cuando en el art. 80 prescribe la forma en qu e , el Presidente y Vice-Presiden _ te , deben tomar posesi ón de sus cargos, les obliga á jurar el fi el cumplimiento ele su deber (; por Dios Nues– tro Señor y estos Santos E vangelios ». Los artículos 1 + y 2 0 aseg-uran á toda pe rsona que en la Argentina no profese el culto católico, la más absoluta libertad de profesar y practicar el suyo: esto sin perjuicio de impo– ner en el art. 6 7 inciso r 5 al Congreso N aciana\ • el de– ber el e promover la conve rsión ele los infieles al catoli– cismo », mandando así implícitamente el sostenimiento ele las misiones entre los indios infieles. En el art. 6 7 inciso 19, acentúase ya el espíritu re– galista ele la Constitución y se autoriza al Congreso < para aprobar ó rechazar los concordatos con la Silla .-\postólica, y arreglar el ejercicio del Patronato en toda la Nació n ». Ya recordarán nuestros lectores lo que, á propósi to del mismo asunto, dejamos dicho en otro lu- ) ) Idem. 1'Jidern . p:igs. 155 y l:j(i,

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